El oro es extraído en las selvas del Sur del estado Bolívar, mayoritariamente a través de métodos y mecanismos que depredan el medio ambiente y que utilizan el mercurio para su separación.
También en distintos casos la extracción se realizaría mediante la explotación humana. Este oro no sería contabilizado por las autoridades venezolanas y tampoco pagaría algún tipo de tributos.Al parecer, el oro es fundido, trabajado y comercializado en Aruba, a precios internacionales y bajo prestigiosas y reconocidas marcas comerciales. Además de ello también serían comercializados en Aruba diamantes provenientes del Sur de Venezuela y dicha explotación tampoco contaría con supervisión o control de las autoridades venezolanas. Tanto el oro como los diamantes ingresarían a Aruba como contrabando y después serían vendidos legalmente como joyas elaboradas en distintos lugares del mundo.Hay que resaltar que Venezuela no se ha querido suscribir al Proceso o Tratado Kimberley, que consiste en un procedimiento de certificación para los diamantes en bruto.
La ONU sanciona el tráfico de diamantes y según lo que algunos creen, Aruba pudiera estar convirtiéndose en territorio violador de normas internacionales en la materia.
Diamantes en bruto, no tallados, cuyo lugar de origen se desconoce y que podrían provenir de Venezuela, posiblemente podrían estar ingresando a Aruba para ser trabajados y comercializados a nivel internacional.
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