Luis Figuera y la historia de un exdiputado regional que pasó de la figuración al destierro político en el estado Anzoátegui

Por: María Salcedo - Luis Figuera es un político venezolano que se desempeñó como secretario privado en la gobernación de Anzoátegui y como diputado del Consejo Legislativo (CLEANZ) del mismo estado, electo por el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). Sin embargo, su ambición y su falta de lealtad lo llevaron a enfrentarse con sus antiguos aliados y a perder el favor del pueblo.

Figuera comenzó su carrera política como asistente de un exgobernador, quien lo recomendó para ocupar una magistratura en el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) en el año 2010. Diferencias debido a la mala actitud asumida por el magistrado Emiro García Rosas, un recomendado de Figuera, le generaron a Figuera el descontento por parte de antiguos aliados que habían ayudado a García a llegar al máximo tribunal.

“El Enano” Figuera, así conocido por su baja estatura, sintiéndose menospreciado en la gobernación de Anzoátegui, decidió buscar su propio espacio político y se postuló como diputado del CLEANZ en las elecciones regionales, durante la primera década del siglo actual. Con el apoyo del PSUV, Figuera logró obtener una curul en el parlamento estadal, donde se convirtió en uno de los líderes de la bancada oficialista.

Sin embargo, su gestión como legislador estuvo marcada por la polémica y la corrupción. Figuera fue acusado de utilizar su cargo para beneficiar a sus familiares y amigos, así como para amedrentar y amenazar a sus críticos. Entre sus víctimas se encontraban periodistas, dirigentes opositores y hasta funcionarios públicos que no se alineaban con sus intereses.

Figuera era socio y “protector” del cuestionado prestamista anzoatiguense Mario Concepción Ramonis, con quien se reunía en una casa embargada, ubicada en la calle Fermín Toro de Lechería, para realizar misteriosos rituales de hechicería.

“El Enano” Figuera fue sacado del entorno de un otrora gobernador, al saberse sobre extrañas “contribuciones” económicas que el exparlamentario le habría solicitado a una constructora.

En Anzoátegui, Figuera, convertido luego en opinador de oficio, ha terminado en el olvido político, gracias al nefasto papel que tuvo como funcionario al servicio del estado.

FUENTE: Voz de los Lectores