Mariscales de las derrotas políticas en Anzoátegui (+Opinión)

Por María Salcedo - En el estado Anzoátegui siguen los mismos personajes de siempre tratando de alguna u otra manera de enquistarse en el poder, aun cuando una y otra vez han conseguido solo el rechazo popular y no han tenido éxito en sus carreras políticas o en su ejercicio como funcionarios públicos.

Dos ejemplos palpables son Gilberto Román y Luis Alberto Morales. Román parece haber utilizando su cargo como director de la Corporación de Turismo del Estado Anzoátegui (CORANZTUR), como plataforma y trampolín político para conseguir ser alcalde, algo que no ha logrado como conductor de radio y televisión.

Las varias veces que se ha postulado a cargos de elección popular, no ha conseguido ser candidato o simplemente ha sido derrotado.

El economista solo ha logrado sacar beneficio de la política, intentando una vez más y por enésima ocasión ser candidato a alcalde.

Uno de sus primeros actos tras asumir la dirección de la CORANZTUR fue, de la manera más vanidosa, hacer paracaidismo para la respectiva selfie. Ahora renunció a la Corporación de Turismo de Anzoátegui, con miras a ser alcalde con el respaldo del partido Un Nuevo Tiempo.

Otro que ha fracasado, cual mariscales de las derrotas, es el coronel retirado de la GNB José Alberto Morales Morales, quien ocupó altos cargos regionales en el estado Anzoátegui y fue director de la policía estadal, cargos para los que fue recomendado por el exdiputado Luis Alfonso Dávila, el mismo que le tomó juramento a Hugo Chávez en el para ese entonces llamado Congreso, cuando tomó posesión por primera vez como presidente de Venezuela; exdiputado que luego Chávez apartó de su lista de incondicionales.

Morales, en cuya gestión se suscitaron muchas quejas por violaciones a los derechos humanos y atropellos policiales, es ahora autoridad única del Sistema Integrado de Gestión de Riesgo y Administración de Emergencias de Carácter Civil y Desastres del estado Anzoátegui (SIGRAED), sistema del que forman parte Protección Civil y el Cuerpo de Bomberos regional.

 

FUENTE: Artículo de Opinión