Podría decirse que es la promoción de lujo gafada o maldita del mercado residencial de alto ‘standing’ de Madrid. Un proyecto cuya comercialización se les ha atragantado a sus dos últimos propietarios. Hablamos de General Oráa 9, en pleno barrio de Salamanca, el preferido por las grandes fortunas latinoamericanas.
Un edificio conocido como la antigua Casa-Palacio del Conde de Cedillo, en uno de cuyos pisos vivió en 1924 el dramaturgo Ramón María del Valle-Inclán. El inmueble ha sido rehabilitado y transformado en una docena de pisos de lujo. Sin embargo, sus precios de venta no terminan de cuajar en el mercado.Según un reporte de El Confidencial, el edificio fue adquirido en 2014 por Platinum Estates a Renta Corporación. Cuatro años después, con el plan especial para su rehabilitación aprobado en 2016 por el Ayuntamiento de Madrid —con Manuela Carmena al frente y tras comprobar que los precios de venta de las unidades no se ajustaban a lo que la demanda estaba dispuesta a pagar, el fondo de inversión de Hong Kong decidió venderlo en 2018, tal y como adelantó El Confidencial, al empresario paraguayo-venezolano Carlos Gill Ramírez, por 40 millones de euros.
Ahora, dos años y medio después de aquella operación y con las obras finalizadas, el activo vuelve a estar en venta a un precio de 63 millones de euros, una cifra que permitiría a Carlos Gill conseguir unas suculentas plusvalías, si bien, varios expertos que han analizado la operación descartan que encuentre un comprador, por su elevado precio. No obstante, el precio de adquisición ofrece al empresario latinoamericano un amplio margen para escuchar ofertas a la baja.
Y no sería el único en rebajar sus expectativas, puesto que en los dos últimos años han sido varios los edificios que han conseguido desatascar su venta tras rebajas sustanciales como Claudio Coello 11, adquirido por la mujer más rica de México a varios inversores venezolanos tras una rebaja del 25%, u Orellana 1, comprado por los hermanos Alberto y Pedro Cortina Koplowitz, tras conseguir una rebaja del 40%.
El venezolano Carlos Gill pide 63 M por la promoción de lujo maldita de Madrid https://t.co/Q6LJ3Qhuze Bienes inmobiliarios comprados con dinero robado a Venezuela, testaferro de Claudia Diaz Guillen y Adrian Velazquez Figueroa alias guarapiche los mayores ladrones venezolanos.
— andres blohm (@andresblohm) February 3, 2021
La compra de General Oráa fue la primera inversión de Gill, paraguayo de nacimiento, pero venezolano de adopción y su primer paso dentro de sus planes de crecimiento en España, donde constituyó la sociedad Sari Holdco con la vista puesta en seguir protagonizando operaciones que le permitieran crear su propio emporio inmobiliario. Sin embargo, desde 2018, no ha trascendido ninguna otra operación más en España. ->>Vea más...
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