El dueño de Lamia preparó el Avro CP-2933 para vendérselo a Sam Pa, que había proyectado la primera línea aérea de Sierra Leona. «Fue una venta de palabra, entre amigos, y acordamos que compraría mis cuatro aviones», indicó ayer Albacete, afectado por el siniestro, en el que entre otros fallecieron la mayoría de los futbolistas del equipo brasileño Chapecoense o el propio piloto y copropietario de Lamia Bolivia, además de yerno del opositor boliviano, Roger Pinto, exiliado en Brasil desde hace tres años.
El aparato despegó y aterrizó en esos días en varias ocasiones en Vigo, estacionándose ante el parque de bomberos del aeropuerto y los hoyos más cercanos a la pista del campo de golf del Aeroclub. Trabajadores de la terminal dejaron por escrito en las redes sociales testimonios de su extrañeza por la larga estancia de un avión regional latinoamericano, colocado además junto al A319 del empresario chino encarcelado ya desde hace un año.
Recuperado en África
Tras el apretón de manos entre ambos empresarios, el Avro Regional partió desde Vigo hacia Sierra Leona, y Sam Pa hizo lo mismo hacia Hong Kong, donde días después sería detenido por orden del Partido Comunista Chino acusado de corrupción. Los sucesores del magnate asiático al frente del conglomerado China Sonangol, no asumieron el acuerdo de compra de los aviones, lo que llevó a Albacete a recuperar el aparato en África, que desde su primer vuelo en marzo de 1999 ya había pasado por pequeñas compañías como Mesaba y Cityjet antes de llegar a Lamia Venezuela y en el 2015 a inaugurar la flota de Lamía Bolivia. A esta última aerolínea alquiló tres de sus cuatro aparatos Albacete, aunque dos de ellos se encuentran en inspección por las autoridades aéreas bolivianas y el cuarto no ha salido de Inglaterra.
«Lo pintamos hace cuatro años y la compañía arrendadora mantuvo los colores y nombre, pero yo solo soy el dueño, el que lo alquila», insiste Albacete. Su última singladura estuvo a punto de culminar con normalidad. «Se quedaron a dos minutos, nada más», se lamenta reconstruyendo los instantes previos a que se estrellase en el municipio de La Unión, en el estado colombiano de Antioquia. «Iba a aterrizar pero le dieron prioridad a otro avión con problemas», dice, mientras el aeropuerto de Medellín, señala en un comunicado que el aparato de Lamia también advirtió a la torre de estar registrando fallos eléctricos.
Fuente: Con información de Carlos PunzónM. Sío - http://www.lavozdegalicia.es
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