lunes, 5 de septiembre de 2016

Arrecian controles y abusos contra venezolanos al ingresar a EEUU, denuncia activista

La presidenta de la Asociación de Mujeres y Madres Venezolanas en el Exterior (AMAVEX), Helene Villalonga, denunció el último trimestre los controles para el ingreso de venezolanos a EEUU a través del Aeropuerto Internacional de Miami (MIA) “están siendo mucho más estrictos” por parte de oficiales de Inmigración.

Villlalonga afirmó además que sus compatriotas son sometidos a “tratos indignos e incluso a vejámenes, a muchas de las personas que están llegando de Venezuela”.

Villalonga indicó que no hay testigos de lo que dice “porque un interrogatorio se produce habitualmente entre un oficial y la persona o la familia que intenta ingresar al país”. Sin embargo sus palabras disparan las alarmas de un fenómeno que no solo se estaría evidenciando en el MIA, según lo dijo, sino también en terminales aéreas como el de Barajas, en España.

“Sobre todo las mujeres están siendo víctimas de una presión muy fuerte, y no solo han sido maltratadas de palabras, sino que incluso algunas han sentido que las has querido coaccionar o pedirles sus números de teléfono, no se sabe con qué intenciones”, aseguró.

Acorde con Villalonga, una nueva modalidad que estarían aplicando algunos oficiales de Inmigración es despojar a la persona de su teléfono celular, tableta o computadora portátil. Acto seguido, “se llevan estos artículos electrónicos a otra oficina, luego regresan con una lista, que ellos supuestamente han extraído de esos artefactos, y utilizan esa información para presionar a la persona.

En algunos casos dicen que han tenido acceso a la cuenta de WhatsApp de la persona, le indican que saben que alguien la va a recibir, que otro le va a dar un trabajo, que otro le va a tramitar un asilo político, pero lo que ese oficial necesita es que lo diga la persona de su propia boca para tener una evidencia sólida que le permita decidir si niega o acepta el ingreso al país de quien está tratando de entrar”, sostuvo.

“La nevera”

Dentro del rosario de quejas de la presidenta de AMAVEX resalta otro aspecto que podría dejar “helado” al lector. Conforme a su testimonio, en el MIA existe una oficina que popularmente se conocería como “la nevera” por las bajas temperaturas que el termómetro marca en ese lugar.

“Tenemos en nuestra organización el caso de una mujer que con siete meses de embarazo vino de Venezuela a abastecerse para la llegada de su hijo y terminó detenida en el cuarto que muchos llaman ‘la nevera’, porque hasta eso forma parte de las presiones a las que están sometiendo a los venezolanos y quizá también a personas de otras nacionalidades”, señaló.

Acorde con su descripción, esa es una oficina o cuarto herméticamente sellado, sin ventanas hacia el exterior, donde interrogan a las personas “bajo presión y encima con un frío polar”.

Agregó que “a esa mujer embarazada llegaron a tocarle la barriga para ver si realmente era un embarazo. También la presionaron y le hablaron grosero. Ella nos dijo después que la persona que la sometió a ese trato tan fuerte es un cubanoamericano; ella tiene su nombre”.

Villalonga anunció que AMAVEX prepara un documento que será remitido en días próximos al Departamento de Seguridad Nacional, en donde serán denunciados formalmente estos hechos.

Otras dificultades

Pero las personas que logran pasar los controles de los oficiales de Inmigración, una vez dentro de Estados Unidos enfrentan otras situaciones que Villalonga atribuye “al desconocimiento de la cultura de este país”.

Para introducir el siguiente impasse, la activista utilizó una frase que podría tener varias connotaciones: “La sociedad venezolana es matriarcal”. Y al respecto opinó que la mujer venezolana se caracteriza por ser autónoma en la toma de decisiones, con un carácter y un temple que le ha permitido levantar familias incluso sola.

“Uno de los más grandes problemas que hemos tenido en la búsqueda de un mejor estatus migratorio por parte de algunas venezolanas, es que ellas han entablado relaciones y otras contraído matrimonio con personas de otras culturas, y al darse el choque cultural, estamos teniendo una corriente muy dolorosa de violencia doméstica”, aseveró.

Reveló que ante AMAVEX se han denunciado casos “de mujeres que han sido víctimas de violencia doméstica y cuando hacemos las estadísticas de este fenómeno nos encontramos con que tienen relaciones con puertorriqueños, mexicanos y cubanos. Una sola con un venezolano”.

“Yo nada más me imagino a un mexicano decirle a su esposa venezolana, en un tono fuerte, que le prepare una comida. Es probable que la mujer le diga ‘yo estoy aquí para que tú me atiendas a mí’”, afirmó.

Engaños

Villalonga dijo además que bajo la premisa de que los venezolanos son poseedores de “grandes fortunas”, muchas personas procedentes de este país sudamericano están siendo “engañados” o “estafados” por oficinas de paralegales e instituciones dedicadas “supuestamente a ayudar a los inmigrantes”.

“Yo misma cuando llegué a este país caí en una de esas iglesias, que si las buscan por internet son las primeras en aparecer, en donde si sacamos cuentas todo sale mucho más costoso que si contratamos los servicios de un buen abogado”, recalcó.

La activista se refirió a una iglesia, cuyo nombre omitimos por no tener una declaración oficial de parte de la misma, en donde un proceso de asilo político podría terminar alcanzando un costo de hasta 9.000 dólares o más. “Eso me pasó a mí y esa es mi mayor prueba”, subrayó Villalonga.

Finalmente manifestó que “muchos venezolanos recurren a esa iglesia donde hacen los trámites de inmigración, y donde yo terminé pagando 8.500 dólares, en 7 años de proceso. Allí te cobran 40 dólares por una charla que es gratuita en cualquier parte. Por una foto debes pagar 40 dólares, cuando esa misma foto vale 13 dólares en cualquier farmacia.

“Para recuperar la copia del expediente debes pagar 300 dólares”.

Fuente: Diario Las Américas - http://noticiaaldia.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Envíenos sus comentarios y aportes informativos al tema. Recuerde que su comentario, aunque no sea publicado, puede ser tomado en cuenta para nuestros temas de investigación. Los comentarios con términos insultantes, ofensivos, denigrantes y que incumplan nuestras políticas serán rechazados. Sólo puede enviar comentarios de menos de 1 mil (1.000) caracteres.

LEA...

 
LO + LEÍDO...

LO + LEÍDO...