"Esta posibilidad, una reacción popular que derive en graves alteraciones del orden público, realmente no existe, no está planteada, pero como argumento para tocar oficiales y ganarlos para cualquier aventura se explica por sí misma. En algunos componentes del establecimiento castrense el planteamiento es aceptado por un reducido número de oficiales, pero el problema no es la cantidad, sino que por primera vez desde los sucesos de abril de 2002 se observa un movimiento extraño. Ejemplo: reuniones en distintos lugares con cualquier pretexto, como los estados Carabobo, Vargas, Aragua, entre otros", dijo, durante la sección Los Confidenciales, de su programa dominical José Vicente Hoy, transmitido por Televen.
Asimismo, expresó que gran parte de la información que publican algunos medios de comunicación sobre la relación entre la política y la institución castrense proviene de un equipo coordinador que tiene contactos en el mundo militar.
"Unas informaciones tienen carácter referencial otras, en cambio, tienen como propósito suministrar datos con fines de contrainteligencia para generar malestar interno o confundir a los organismos de seguridad del Estado", agregó.
En ese sentido, Rangel comentó que existe una campaña "soterrada y abierta" para descalificar a ciertos efectivos de la FANB, acusarlos de corrupción, sin prueba alguna o atacar a sus familiares.
Fuente: AVN |
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