A simple vista se pueden observar en el interior del templo, las paredes con marcas de humedad; así como el techo deteriorado y con evidentes muestras de filtraciones. Igualmente, los muros exteriores están cubiertos de líquenes, huellas del agua que los hacen ver negruzcos.
El sacerdote Nehomar García, párroco de Clarines (Anzoátegui), cumplió dos años a cargo de la parroquia, y asegura que conoce las fallas que existen en la antigua estructura.
Señaló que la cúpula central y las dos naves laterales tienen goteras, y que la madera que recubre el techo del altar se está desprendiendo.
“Estas imperfecciones no se pueden apreciar en temporada de sequía, pero cuando llegan las lluvias comenzamos a ver una incesante caída de agua frente al altar”.
La iglesia, declarada en 1960 Monumento Histórico Nacional y con una data de construcción que supera los 250 años, tiene claros signos de desgaste en la parte exterior e interior, al igual que en su mobiliario, por lo que desde hace más de 10 años, algunas organizaciones sin fines de lucro y la sociedad civil del municipio Bruzual están solicitando su restauración.
Finalmente, en 2010, la gobernación, a través de la Corporación de Vialidad e Infraestructura del estado Anzoátegui (Covinea) aprobó 600 mil bolívares fuertes para la rehabilitación del techo, pero al parecer la solución fue peor que el problema, ya que aparentemente la inadecuada ejecución de los trabajos desmejoró las condiciones de los techos.
Aura Sanez, miembro del comité de Contraloría Social del consejo comunal del Casco Central, recordó que durante la ejecución del proyecto, un grupo multidisciplinario, integrado por un voluntariado de profesionales entre los que se encontraban arquitectos de larga trayectoria, hizo una observación directa de los trabajos y realizó múltiples consideraciones que semanalmente enviaba a la contratista Carbuenca C.A., Covinea y el Instituto de Patrimonio Cultural (IPC), pero no fueron tomadas en cuenta.
A solicitud del voluntariado comunitario de Clarines, en noviembre de 2011, la dirección de Protección Integral del IPC realizó una visita a la iglesia con el propósito de constatar los problemas en la ejecución de los trabajos por parte de la empresa Carbuenca.
Posteriormente emitió un informe en el cual denunció intervenciones inadecuadas y recomendó a los responsables de las obras que corrigieran las fallas.
Además, el IPC pidió hacer un diagnóstico detallado y actualizado del inmueble con la finalidad de determinar exhaustivamente las irregularidades.
La feligresa Carmen García dijo estar decepcionada por los resultados del proyecto que tanto demandó la comunidad para recuperar la iglesia y, además, expresó preocupación por los daños que anualmente se van sumando.
Acción legal
En enero de este año el edil del municipio Bruzual, Emilio Guzmán, denunció a Covinea ante la Fiscalía, por considerarla responsable de los supuestos malos trabajos realizados en el templo colonial San Antonio de Padua de Clarines.
Fuente: Jenny Abreu - http://eltiempo.com.ve
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