Pago de créditos de empresas de Fernández preocupa a la banca

José María Nogueroles

Desde que se intervinieron las empresas de Ricardo Fernández Barrueco, el principal detenido por la minicrisis financiera de diciembre de 2009, los 11 bancos donde el empresario tenía créditos dejaron de percibir los pagos respectivos.
La Superintendencia de Bancos (Sudeban) ordenó provisionar parte de los montos de dichos préstamos. Es decir, capitalizar ese dinero, dándolo como pérdida. Esto implica para los bancos un aumento de gastos administrativos y reducción de la liquidez.

Entre las empresas más importantes de Fernández Barrueco en el país están la Corporación Agropecuaria Caica; la Industria Venezolana Maizera Proarepa; Pronutricos; Almacenes y Transporte Cerealero ATC, Venarroz y Fextún.

Alentados

Desde noviembre, esos 11 bancos nacionales que le tenían créditos a las compañías de Fernández, están en ascuas. Y, después de la orden de Sudeban sobre la cantidad que debían provisionar, no habían recibido ninguna otra notificación oficial sobre estos préstamos.

Aunque ahora el panorama es más alentador, pues existe la posibilidad de que los interventores de esas empresas -es decir, los nuevos administradores- inicien el pago de los compromisos respectivos.

Por lo menos así lo estima José María Nogueroles, presidente de la junta directiva de Banco Nacional de Crédito (BNC), una de las entidades financieras afectadas.

El banquero señaló a El Mundo Economía y Negocio que estaban a la espera de que comenzaran a cancelar el crédito: "Damos por sentado que el Gobierno hará frente a los compromisos de esas empresas", indicó.

Nogueroles dijo que la institución que preside hizo varias proposiciones de refinanciamiento a los nuevos administradores, "con condiciones óptimas para el deudor". Por ello se manifiesta su optimismo.

Sin riesgo

La reputación y el historial bancario de estas compañías respaldaron la autorización de los créditos que tenía Fernández Barrueco en las distintas entidades.

Nogueroles aclara que en ese momento no hubo problemas para la aprobación de estos créditos en BNC: "Estas empresas tenían contratos firmados con el Gobierno nacional que nos daban tranquilidad. Y en realidad siempre fueron atendidos con normalidad por mucho tiempo".

Aunado a ello, explicó el banquero que gran parte del inventario de Fextún estaba pignorado por parte de BNC, y ello equivalía a un tipo de hipoteca o garantía.

Ese reporto de atún aún existe en la Bolsa Agrícola y como certificado de depósito implica que esa mercancía respectiva no puede ser distribuida. "Al momento que ellos comiencen a pagar, esas latas podrán ser distribuidas", dijo.

Recordó que este alimento tiene un plazo largo de caducidad.

Fuente: http://www.elmundo.com.ve