Juez argentino investiga 18 viajes de Uberti y también a la "embajada paralela"

Claudio Uberti despegó dieciocho veces de aeropuertos argentinos con destino a Venezuela desde que Hugo Chávez y Néstor Kirchner firmaron el Convenio Integral de Cooperación entre los dos países. Hasta que trajo al valijero Guido Alejandro Antonini Wilson en un vuelo oficial, el ex titular del Occovi viajaba, en promedio, una vez cada dos meses a Caracas, adonde aterrizaba casi sistemáticamente en jets privados alquilados.
Las fechas de los viajes explican por qué Uberti era llamado el "embajador en las sombras". Sus viajes coinciden con cada una de las visitas oficiales del matrimonio Kirchner a la República Bolivariana. La información consta en la Dirección Nacional de Migraciones y se adjuntó a la causa que lleva adelante el juez Julián Ercolini quién investiga irregularidades y posibles coimas en el comercio bilateral.

Mientras Uberti estuvo en su puesto, los Kirchner hicieron siete visitas oficiales a Venezuela y recibieron como huésped de honor a Chávez en nueve oportunidades. Una fue justamente el 6 de agosto de 2007, dos días después de que el ex titular del Occovi volviera de Caracas en el vuelo con la maleta que le hizo perder el cargo. Tres años antes, el 6 de abril de 2004, cuando los dos mandatarios sellaban el acuerdo que habilitó la creación del fideicomiso del combustible que ahora cuestiona la Justicia, Uberti también estaba en Venezuela.

Algo similar sucedió el 22 de julio de ese mismo año. Kirchner llegó a Isla Margarita para consolidar su incipiente relación con Chávez, acompañado por el ministro de Planificación Julio De Vido, el ex jefe de Gabinete, Alberto Fernández y el ex canciller Rafael Bielsa, entre otros miembros de la primera línea del Gobierno. Uberti era parte de la comitiva aunque nunca figuró en el decreto presidencial 922/2004 que consigna a los pasajeros del viaje oficial.

En aquella visita, los directivos de PDVSA anunciaban que se radicarían en Argentina y garantizaban venta de fuel oil por varios años más. Entonces, Kirchner decidió reunirse con la oposición bolivariana y le encomendó la gestión a Eduardo Sadous, el embajador que en los últimos días denunció ante Ercolini graves maniobras en el comercio entre los dos países. El viaje quedó trunco: el ex Presidente tuvo que apurar el regreso porque en Buenos Aires se había desatado una crisis política que terminó con la renuncia del ministro de Justicia, Gustavo Beliz. Uberti volvió un día después en un jet privado, una costumbre que soló modificó dos veces. Una, cuando tomó un vuelo de Aerolíneas Argentinas y en el otro caso utilizó un avión de la Fuerza Aérea.

La declaración de Sadous aceleró la investigación que llevan adelante Ercoloni y el fiscal Gerardo Pollicita quiénes intentan rastrear si funcionaba una "diplomacia paralela" en los vínculos con Caracas.

El seguimiento de los viajes de Uberti confirma esa versión. Según el registro de migraciones, Venezuela no era el único destino elegido por el ex funcionario. Uberti se subió a 108 aviones que lo llevaron y trajeron de Bolivia, Chile, España, Estados Unidos, Brasil, Australia, Austria, Francia, Italia, España, Perú, Colombia, México y Uruguay, todos países que no tienen ninguna relación con el puesto formal de titular del Organismo Nacional de Concesiones Viales.

El caso de Australia es llamativo. Hasta allá llegó el ex funcionario el 2 de junio de 2007. Según publico el diario La Nación, lo acompañaba José Ernesto Rodríguez, el titular de Madero Trading, la intermediaria argentina de los negocios bolivarianos que también está en la mira de la Justicia por el supuesto cobro de comisiones.

La tierra que preside Evo Morales era una de las favoritas de Uberti.

Fue apenas dos veces menos que a Venezuela y en varias oportunidades aprovechaba un mismo viaje para visitar los dos países.

Allí también, como en el resto de las visitas latinoamericanas, solía llegar en aeronaves de alquiler pagadas por el Estado nacional.

Fuente: Luciana Geuna - http://www.clarin.com