viernes, 23 de abril de 2010

Ángel Pastor Giraldo Gil: “Confío en la justicia venezolana”

Natural de Amalfi, Antioquia, con 48 años a sus espaldas, Ángel Pastor Giraldo Gil vive hoy bajo sospecha “en tierras bolivarianas”. Sus tres hijos, Nelson, Santiago e Isabel Cristina, están detenidos, acusados por el gobierno Chávez, al mejor estilo de la Guerra Fría, de espías.
Su hermana Cruz Elba Giraldo y su cuñado Juan Carlos Cossio corrieron la misma suerte hace exactamente un mes. También Andrés Cadavid, un colombiano indocumentado que trabaja en su empresa Maky Helados en Barinitas, y otros dos “paisanos”, Ómar Alexánder Rey y Dimas Orellanos, quienes al momento del allanamiento de las autoridades venezolanas tocaban la puerta “para ofrecer mercancía”.

Caracas ofrece ópticas diversas para entender el asunto. En la orilla oficialista el presidente Chávez y su gabinete insisten en que poseen pruebas irrefutables de un espionaje continuado. Dicen que en uno de los computadores de Juan Carlos Cossio, médico de 52 años, ciudadano colombo-canadiense que hace casi una década prestó sus servicios al Ejército en Medellín, se hallaron documentos sospechosos en inglés. “Es apenas obvio, si él vivió en Canadá y tiene amigos allá, que tenga alguna correspondencia en inglés”, refuta Ángel Giraldo convencido. El tiempo de detención, sin embargo, sigue corriendo y, en el entre tanto, representantes de ambos Estados, con tono pendenciero, continúan atizando la reyerta.

Casi un mes después de la detención de sus familiares, ¿cómo ha visto el desarrollo del proceso?

De acuerdo a como lo plantea la ley en Venezuela, creo que se ha llevado a cabo tal y como debe ser. Ellos tuvieron una audiencia de presentación, acusados por unos delitos de espionaje que, como la mayoría sabemos, no existen, pero a través de unas dudas que se crearon por haber estado militarizado un estado que había sufrido un atentado a las instalaciones eléctricas. Todo eso produjo la parada del vehículo en el que ellos se movilizaban. Y luego de surtirse el interrogatorio que les hicieron y viendo que cargaban una gran cantidad de fotografías se creó una duda que, en mi parecer, no es muy clara. Pero las autoridades lo vieron así y se creó el caso.

Si le entiendo, si bien usted cree que aquí hay una injusticia, también cree que una cadena de coincidencias pudo llevar a que el gobierno venezolano pensara en espionaje. ¿Respeta entonces la decisión de estas capturas?

Por supuesto que sí. Si uno analiza el tema de fondo, sí se pudo haber generado una desconfianza. Si en un momento hubo un atentado, un apagón y todo un estado se quedó sin energía, y luego ocurre que pasan unas personas que están tomando fotografías desde su camioneta, y que no tuvieron mayor cuidado y no pensaron que eso los podría perjudicar al tomar fotos de estaciones de energía, pues se da un malentendido. Son casos muy aislados. Yo diría que es una lotería a la inversa.

El ex vicepresidente José Vicente Rangel habla de más de 50 mil fotos. ¿Eso es cierto?

Yo he insistido en que las declaraciones que se hagan sin que se hayan finalizado las investigaciones no son creíbles. Me atrevo a decir que sí pudieron haber encontrado esas 50 mil fotos, por supuesto que no todas sobre estaciones eléctricas o infraestructura vial. Eso sí sería una exageración. Le puedo asegurar, sí, que desde que conozco al médico Juan Carlos Cossio (pareja de su hermana, Cruz Elba Giraldo, ambos detenidos) hace menos de un año, él va caminando y ve una flor y se agacha y le toma la fotografía. De ahí puede usted deducir lo demás.

Puede ser uno muy aficionado a las fotos, ¿pero 50 mil no es algo exagerado? ¿De dónde la afición de Juan Carlos por las imágenes?

Creo que es la forma que tiene de combatir su problema psicológico derivado de problemas familiares con las personas con quienes antes convivía en Canadá, incluyendo a sus hijos. Esto lo sé porque me lo ha contado él y se ve muy afectado psicológicamente, entonces él busca un desahogo, él cuenta un chiste, colecciona música, yo veo que acomoda una foto con otra, se pone detrás tratando de hacer inventos con las imágenes que él mismo ni siquiera maneja bien.

¿Cuál es el drama familiar de Luis Carlos, su cuñado?

Él me cuenta que fue a Canadá invitado por su familia, esperanzado en que allá iba a tener una vida mejor, pero se vino derrotado y eso aún lo pone mal porque se pone lloroso cuando cuenta la situación.

¿Cuál es la condición del centro de reclusión en donde ellos están?

Los pude ver hasta el fin de semana pasado, dado que yo soy parte de la investigación, pues como usted sabe mi cuñado residía en una heladería administrada por mi hermana, mis hijos trabajaban en el sitio de producción de los helados y hasta mi hija, que es estudiante, que no tiene nada que ver en esto, no tiene ni parte ni arte en el asunto, también fue detenida. Imagínese pues si yo hubiera estado el día del allanamiento, pues me detienen también. En estos momentos pude entrar al sitio de reclusión, pude hablar con ellos y volver a salir. Eso es muy indicativo de cómo están las investigaciones.

Las capturas de sus hijos interrumpieron sus estudios. ¿Qué carreras cursaban y en qué semestres?

Uno de mis hijos, Nelson, estudia sistemas, pero la mayor parte de su tiempo está dedicado a la empresa de Maky Helados. Santiago también estudia ingeniería de sistemas, pero lo hace compartiendo tiempo con la empresa. Mi hija Isabel sí está dedicada completamente a su empresa y ya termina el último semestre de su carrera, confiando en que pronto pueda retornar a sus estudios. Nos dieron hasta el próximo 15 de mayo para que se pueda resolver este episodio sin que se afecte su semestre.

El caso de ustedes ha trascendido al escenario de confrontación política de Colombia y Venezuela. El canciller Jaime Bermúdez emitió una circular de advertencia sobre los peligros de los colombianos que vienen a Venezuela. ¿Qué opina del zaperoco diplomático que se armó?

Esas circulares de advertencia no deberían darse, porque con 21 años que tengo en Venezuela conozco la hermandad y solidaridad que tenemos entre ambos pueblos. Nosotros somos una sola familia, no sufrimos de esos resentimientos que se escuchan en los medios de comunicación.

La respuesta del gobierno venezolano a las protestas del Estado colombiano es que sí existen evidencias de espionaje. ¿En realidad sí las hay o seguimos en el terreno de las especulaciones?

Creo que no. Estoy seguro de que no. Este se debe a que, como diríamos en el terreno familiar, si alguien me saluda de forma agresiva pues respondo de la misma manera, pero si me saludan amablemente, así mismo respondo. Yo creo que no se debería utilizar ese lenguaje tan fuerte entre los pueblos, pues eso se contagia y se siente en los medios de seguridad, que se sienten con más derecho de tomar decisiones agresivas como en este caso. Hay una tensión por todo lo que informan los medios de comunicación, y cuando un funcionario público dice algo y otro de más bajo rango lo escucha, éste se pone en alerta y pueden ocurrir excesos.

En el caso particular de ustedes parece haber más paranoia que pruebas en el expediente…

Esto es sencillamente un acontecimiento que nace a raíz de la situación política.

¿Qué le diría hoy a los presidentes Uribe y Chávez?

Les diría que se miren en el pueblo, que se den cuenta de que los perjudicados no son ellos por sus cuestiones políticas. Aquí hay un pueblo que está abrazado y unido, muy dispuesto a contrarrestar todas esas situaciones. ¿Cómo? De una manera pacífica.

¿Qué cree que va a pasar en el expediente de sus familiares?

La justicia va a obrar como tiene que obrar, la verdad va a brillar sobre todo esto y la situación pronto tendrá un resultado agradable.

El presidente Uribe y el Canciller advierten que no ven un clima de garantías procesales en el caso de sus familiares detenidos por espionaje. ¿Usted les cree?

Esas son disputas que registran los medios de comunicación. Le repito, es una tensión política la que está creada aquí, pero la justicia va a obrar como tiene que ser. Y le digo algo más, yo confío plenamente en la justicia venezolana.

¿Cómo hacer para que estos cruces verbales entre los mandatarios de los dos países no sigan atizándose?

Es difícil. Eso está en la disposición de los mandatarios que están al frente de nuestros países.

Un mensaje para la gente en Colombia que sigue atento al caso de los “espías heladeros”.

Creo que si cerca de 25 millones de venezolanos y otros 50 millones de colombianos nos estamos dejando afectar por un problema causado por tan poquitas personas, yo diría que esta multitud, nosotros, estamos haciendo muy poco por lo que está aconteciendo. En mi caso, espero que los resultados de las investigaciones nos beneficien prontico.

Lo veo demasiado optimista. ¿Qué pasa si a sus hijos, hermana y demás los condenan? ¿Está preparado para ese escenario posible?

No creo en eso, no puede ocurrir, la verdad se va a poner por encima de todo. Yo conozco mi gente, mi familia, conozco muy poco al médico (Juan Carlos Cossio) porque apenas lo trato hace un año, pero por lo que se ve es una persona humanitaria, de hecho es un médico, una persona al servicio de la sociedad. Una persona como esa no está interesada en hacer las cosas de las que lo están acusando.

Fuente: http://www.elespectador.com

1 comentario:

  1. UNA COSA ES QUE ESTEMOS EN REVOLUCION Y OTRA ES QUE APAÑEMOS LA GRAN CORRUPCION QUE HAY DENTRO DE LA REVOLUCION.
    DESDE EL ESTADO ANZOATEGUI LE PEDIMOS AL MINISTRO DEL INTERIOR Y JUSTICIA TARECK EL AISSAMI QUE RENUNCIE A SU CARGO LO QUE HACE ALLI ES PURO POTE DE HUMO, NO SILVE, NO RINDE, NO HACE NADA PURO PARAPETO, ESTAMOS CANSADOS DE DENUNCIAR TODOS LOS HECHOS DE CORRUPCION Y VANDALISMO QUE HAY DENTRO DE LOS CUERPOS POLICIALES Y EL SEÑOR MINISTRO NO TOMA NINGUN CORRECTIVO.
    CAMARADA SI UD NO LAS TIENE BIEN PUESTAS PARA EJECUTAR ESE CARGO ENTONCES PONGALE EL CARGO A LA ORDEN AL COMANDANTE Y DIGALE QUE UD NO SE SIENTE CAPAS DE TOMAR DECISIONES EN MATERIA DE SEGURIDAD A FAVOR DE NUESTRO PUEBLO.
    ..ENTREGUE ESE CARGO LE QUEDA DEMASIADO GRANDE..

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