Madre de Guardia Nacional anzoatiguense asesinado en Táchira exige investigación

"A mi hijo lo secuestraron, lo mataron, y luego dejaron su cadáver donde lo encontraron, porque creo que sabía o vio algo comprometedor. Es decir, lo emboscaron para matarlo, y por eso voy a pedir una investigación a fondo, porque quiero llegar a la verdad", dijo Criselia Maracay, la madre del sargento de segunda Harold José Molina Maracay, hallado muerto el sábado por la mañana.
El Guardia Nacional, Molina Maracay, de 31 años de edad, estuvo desaparecido durante cuatro días y fue localizado, este sábado, asesinado a tiros.Su progenitora consideró que existen ciertas inconsistencias en la versión oficial que le suministraron los militares al notificarle lo que había pasado.

Pese a que en un primer momento las autoridades, en la escena del crimen, manifestaron que el funcionario había sido degollado, luego con el resultado de la autopsia se aclaró que no fue así, aunque sí tenía heridas abiertas a nivel del cuello y otras partes del cuerpo.

Acompañada por varios familiares y compañeros de la Guardia Nacional, la desconsolada mujer se encontraba este domingo en la morgue del Cementerio Municipal, esperando la entrega del cadáver de su hijo, para trasladarlo a Barcelona, estado Anzoátegui, de donde era oriundo y donde hoy recibirá cristiana sepultura.

"Yo creo que hay algunas cosas que no nos han dicho. Cómo es posible que el cadáver de mi hijo haya aparecido en un lugar por el que ya habían buscado unos 200 hombres, y que apenas yo llegué al sitio, me informan que lo acababan de encontrar", dijo en medio del llanto.

La desconsolada madre agregó que "el martes, en la tarde, Harold fue asignado junto a dos efectivos de la Guardia Nacional para que practicara una diligencia que les ordenó la fiscalía del Ministerio Público. Debían tomar fotos con respecto a la tala indiscriminada de árboles en esa montaña. Allí detuvieron a dos muchachos, y cuando se disponían a marcharse, escucharon una moto sierra".

"Mandaron a mi hijo a que fuera a investigar, mientras los otros se quedaron. Al momentico escucharon un grito de él y un tiro; y cuando uno de sus compañeros fue a ver que pasaba, ya no estaba, había desaparecido. Por qué dejaron que bajara solo, si ya a los muchachos detenidos los habían dejado en libertad. Yo estuve allá, y esa zona no es como para perderse", narró Criselia Maracay junto a otros parientes.

Criselia Maracay, quien es funcionaria de la Policía de Anzoátegui, manifestó que de ser necesario solicitará al Presidente de la República que se aboque al caso, y que ordene las investigaciones pertinentes para esclarecer la muerte de su hijo, a quien, a su juicio, le tendieron una trampa.

No le robaron nada

Molina Maracay fue hallado este sábado a primeras horas de la mañana en las montañas de Las Guabinas, sector Guarumito, municipio Ayacucho. A un lado del cadáver, ya en estado de semi descomposición, encontraron sus dos teléfonos celulares, su arma de reglamento y, en un bolsillo, la billetera aún con dinero. No le robaron nada.

"Cuando estaba desaparecido le enviábamos a cada rato un mensaje de texto y los recibía, es decir, los teléfonos no estaban apagados. Él estaba en un puesto fronterizo y sabía algo, por eso lo mataron", insistió la madre.

El sargento segundo Molina, desde hace siete meses pertenecía al Comando Regional número 1, luego de formar parte del Core-7. Estaba casado con una funcionaria de la Guardia Nacional, y actualmente era plaza del Destacamento 13 de Fronteras con sede en San Juan de Colón.

Fuente: http://www.lanacion.com.ve