Gianfranco Rondón es un empresario muy conocido en Puerto La Cruz y Caracas. De la noche a la mañana tiene una presunta cuenta personal con más de 500 millones de dólares.
Distribuye carros Toyota a importantes entes y empresas privadas con sendos márgenes de ganancia. Está construyendo tres clínicas en Venezuela: una en Lechería (Anzoátegui) y las otras dos en el interior. De haber sido pobre, ahora es un magnate. Estaría viviendo en Miami, donde tiene una casa. El caso es digno de ser investigado por la ONA y por la DEA, manifiesta Carlos Bolívar, un lector que asegura conocer sobre el tema.
A juicio de Bolívar, la fortuna de Rondón sería muy difícil de justificar. Detalla que el empresario desarrolla obras para el sector público en Panamá y que dado sus cuantiosos ingresos anuales habría de pagar cientos de miles de bolívares en Impuestos Sobre La Renta (ISRL), cuestión que opina debe ser constatada por el Seniat. Bolívar también se refiere a una fotografía en la cual se pueden apreciar un avión y un automóvil de alta gama que serían propiedad de Rondón.
Dejen la envidia
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