Las fantasías de Miguel

Debemos agradecer al cronista venezolano Miguel Salazar el honor de colocarnos en su "ranking virtual", junto a otros sitios web. Salazar, por quien sentimos mucha admiración, no entiende que los medios digitales, en cierta medida, han empezado a desplazar a los medios impresos tradicionales.
Las razones son muchas: espacio, inmediatez, costos, empleo de herramientas multimedia, distribución, etc. Ya varios presidentes se han planteado la posibilidad de crear espacios digitales para difundir sus obras de gobierno, como por ejemplo el caso del Presidente Chávez. Nos extrañan las fábulas de Miguel, más aún cuando algunos de sus proveedores de información también son habitué nuestros.
Tal y como lo dice Miguel, en la Asamblea Nacional venezolana se adelanta una investigación en torno a medios digitales, con la que nada tenemos que ver (según lo expresado públicamente por legisladores venezolanos), y mucho menos encontrándonos física y judicialmente fuera de dicha jurisdicción. Aún así, somos respetuosos de las leyes venezolanas y en ningún momento nuestro espíritu informativo ha estado orientado a crear pánico en la población, a ofender la dignidad humana, tratar de desestabilizar sistemas financieros, desinformar, conspirar en contra de gobiernos u otro tipo de condenable acto, como sí probablemente lo hayan hecho o acostumbren a hacer otros comunicadores que sí viven y laboran en Venezuela.
Tal vez haya quienes se molesten cuando quedan al descubierto sus actividades irregulares o las de sus relacionados, como en el caso de empresarios, políticos, etc.
Lo cierto es que con sus fallidos informes y datos Salazar pierde bastante credibilidad.