domingo, 22 de noviembre de 2015

La ruta del lavado de dinero pasa por Distrito Capital, Zulia y Miranda

El mayor número de actividades financieras “inusuales” se producen en Distrito Capital, Zulia y Miranda. Los reportes de la Superintendencia de las Instituciones del Sector Bancario (Sudeban) arrojan que en estos tres estados se concentra el 56,4% de las posibles operaciones de lavado de dinero detectadas en el país hasta 2014.
El dato está fundamentado en la investigación “Radiografía a la legitimación de capitales en Venezuela” que presentó el periodista especializado en criminalística, Javier Ignacio Mayorca, durante el foro Lavado de dinero y corrupción organizado por la ONG Transparencia Venezuela.


Táchira es el cuarto estado con más reportes sospechosos. Esta entidad registró 1.254 casos (12,7%) en el período 2010-2014. Estos movimientos irregulares son informaciones que proporcionan los bancos y otros sujetos obligados por la Ley Orgánica Contra el Delito Organizado a la Unidad de Inteligencia Financiera de Sudeban.

Las irregularidades en las operaciones financieras suelen estar vinculadas con el sector comercial y de servicios; y son las cifras de fraudes, falsificaciones, estafas y usurpaciones de identidad los principales factores que originan las alarmas. En los rubros de construcción, juegos de azar, enseñanza, salud y suministros de transporte también se produce actividad.

En los últimos cuatro años, en 2013 hubo un mayor repunte, según la información oficial.

Pero no todos los reportes de este tipo están vinculados con actividades delictivas. Para configurar el delito de lavado de dinero se hizo un segundo análisis sobre un elemento adicional que Mayorca explicó a Efecto Cocuyo.

“El segundo método de análisis tiene que ver con las características de tres delitos que están implicados en la legitimación de capitales que son el microtráfico de drogas, el robo y hurto de vehículos y el secuestro extorsivo. Se presume que el lavado de dinero tiene un arraigo local importante así que las organizaciones criminales buscan legitimar el dinero en los sitios más próximos donde obtienen la ganancia y esto ocurre en los estados mencionados”, señaló.

Es decir, la incidencia de otros delitos permite dibujar un “mapa del blanqueo”.

El microtráfico de drogas

El estudio reveló que la venta al detal de cocaína en Venezuela generó una ganancia neta de 6.91 millardos de bolívares, aproximadamente, en 2013.

Distrito Capital, Miranda, Zulia y Táchira forman parte de los estados donde se sospecha que existe legitimación de capitales por microtráfico de drogas. Pero Aragua aparece como el estado de mayor riesgo al presentar más números de detenciones por comercio de estupefacientes. En 2013 concentró el 17,63% del total de los arrestos por este delito.

El robo y hurto de vehículos

Se determinó que el monto obtenido por el robo y hurto de vehículos alcanzó los 4.047 millardos de bolívares en 2013. Distrito Capital, Miranda, Zulia, Táchira y Aragua salen a relucir nuevamente y se incorporan Carabobo, Anzoátegui y Bolívar entre los primeros.

Secuestro extorsivo

Se calculó que el secuestro extorsivo dejó una suma de 642.384 millones de bolívares en 2014. En el mapa los mayores flujos de recursos ilícitos corren en los estados donde se reporta la mayor cantidad de secuestros. Las entidades mencionadas anteriormente (Distrito Capital, Miranda, Zulia, Táchira y Aragua) figuran en la lista.

La impunidad es quizá el indicador más alarmante de la investigación. En 2013, cuando se produjo un repunte de actividad sospechosa con 3.086 casos, se iniciaron 1.654 expedientes de los cuáles solo fueron imputados 208.

Durante el lapso de 2011 a 2014 se produjeron 41 detenciones y fueron iniciados 4.156 expedientes lo que significa que en el 99,92% de las investigaciones no hubo privativa de libertad.

Venezuela y su vulnerabilidad

La cercanía geográfica de Venezuela con naciones productoras de drogas es otro de los factores que hacen vulnerables a Venezuela y facilitan la práctica del “blanqueo”, indicó el especialista en derecho penal y criminalística Alejandro Rebolledo durante su ponencia.

Las debilidades presentes en el régimen antilavado de dinero, la limitada cooperación bilateral, la omisión de información y la corrupción de las instituciones tanto públicas como privadas son algunas de las razones que facilitan este tipo de práctica.

“La composición de la delincuencia organizada en Venezuela es horizontal, donde hay un capo y figuras de lugartenientes y peones. Su ordenación es plana y, en la medida que van necesitando personas para lograr objetivos, las van captando, sea un fiscal, un policía, un militar o algún empleado civil que sirva para sus propósitos delictivos”, manifestó.

Los métodos mayormente utilizados para lavar dinero en Venezuela, según indicó el experto, son:
  1. Estructurar o hacer trabajo de hormiguita: múltiples transacciones con capital ilegal.
  2. Complicidad de un funcionario u organización.
  3. Mezclar: combinar productos ilícitos con productos legítimos de una empresa.
  4. Compañías de fachada: Empresas que hacen ver que están en negocios legítimos para poder lavar dinero.
  5. Contrabando de efectivo: transporte o traslado físico de efectivo obtenido de una actividad criminal.
  6. Ventas fraudulentas de bienes inmuebles.
  7. Establecimiento de compañías de portafolio o nominales: empresas que no tienen ningún registro legal. No existen.
  8. Complicidad de la banca extranjera.
  9. Falsas facturas de importación, exportación o doble facturación.
  10. Presta nombre: utilizan nombres de terceras personas para apertura y movimientos de cuentas.
  11. Transferencias electrónicas: movimiento de fondo entre cuentas ya sea a nivel de banco o de empresas.
  12. Venta de valores a través de falsos intermediarios.
  13. Compra de premios. Se usa en juegos de loterías o casinos.
La sobrefacturación esconde buena parte de estos capitales. Este es precisamente uno de los mecanismos más utilizados por su efectividad para evitar controles de cambio entre otras regulaciones, sostuvo el economista Asdrúbal Oliveros.

Las variaciones en los precios de las importaciones revelan el negocio que ha pasado a significar la compra en sí misma de productos en el extranjero.

Para demostrarlo, Oliveros presentó la variación del precio del kilogramo por producto, un valor que se triplió entre 1998 y 2014. “El comportamiento del volumen de las importaciones respecto a su valor nos señala el crecimiento de las exportaciones ficticias en nuestro país. El precio del kilogramo pasó de $1,3, en 1998, a $3,1 en 2014”, manifestó.

Se estima que entre 2003 y 2013 las importaciones ficticias por sobrefacturación alcanzaron la cifra de $83.628 millones.

Fuente: Ibis León

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