El Miss Venezuela ha sido uno de los eventos más vistos en la televisión venezolana, pues todos los medios esperan con ansias la noche más linda del año para tejer y descoser todos los entre telones de la majestuosa celebración.El certamen de belleza se ha llevado a cabo desde el año 1952, y la iniciativa surgió de Panamerican Airways y a partir de 1981 los derechos del concurso pertenecen a la Organización Cisneros.
Pero no todo es tan “perfecto” como parece, el reto que enfrentan las candidatas es más grande de lo que parece y mantenerse en la competencia puede costarles más de lo que se cree, pues “la magia también tiene sus trucos”, según reportaje de Caraota Digital.
Llegar a la perfección es la meta de todas, para lograrlo deben someterse a decenas de tratamientos estéticos y cirugías plásticas. Esto incluye, rinoplastias, cirugía de mentón, hidrataciones faciales, aumento de busto, levantamiento de las cejas, liposucción, entrenamiento físico y nutricional, además de cursos de oratoria, ética y pasarela.
Al momento de conocer la lista de tratamientos, cuidados y cirugías a la que debe ser sometida una concursante al Miss Venezuela, surge una pregunta determinante: ¿cuánto dinero es necesario para costear la participación de una concursante?El precio de la rinoplastia, realizado con uno de los cirujanos designados por la organización, era para febrero de 2016 de Bs. 1.300.000.
La candidata solo tiene dos vías de financiación: su bolsillo o el bolsillo de un patrocinante.
Tomando en cuenta la crisis económica en Venezuela, la participación de misses provenientes de bajo nivel económico y lo costoso de mantenerse en el concurso, no sorprende que las aspirantes busquen el patrocinio de quienes se mueven en el negocio del Miss Venezuela. Desde hace algunos años se escucha que el interés de estos patrocinios va más allá de una ganancia monetaria, de reconocimiento, o de publicidad. Buscan algo más a cambio…
La periodista Gabriela Cardona en una investigación dedicada a este tema, logró conversar con José Rafael Briceño, conocido como “El profesor Briceño” (ex profesor de oratoria del Miss Venezuela) quien confesó que “ciertamente hay tipos que con el cuento de “yo te apoyé”, en un momento dado generan una deuda a la miss que ella tiene que pagar como sea y que ella siente que tiene un compromiso con esa persona, lo que llamamos el prepaguismo“.
Briceño añadió que si “una chama llega del interior, alguien se ofrece y le dice “yo te quiero ayudar”, el tipo le dice “no te preocupes, yo tengo un apartamento donde tú puedes vivir o yo te voy a mandar un carro para que tengas dónde moverte, yo lo que quiero es apoyarte porque yo soy de tu estado y yo creo en tu carrera; más adelante tú me pagas”. Entonces, claro, después de tres semanas que el tipo te ha mantenido, te ha resuelto tantas cosas y te ha dado dinero, te invita a comer, él no te está diciendo que te va a coger”.
De acuerdo al profesor Briceño, la Organización Miss Venezuela se mantiene al margen de estas prácticas, pues no es problema de ellos. “Como yo lo hice problema mío en un momento determinado, me hice unos cuantos enemigos y esa es una razón más por la cual sale uno de ahí”.
Por otro lado, el maquillador Oscarovsky Boyer señaló que “antes de llegar al casting final de las 24 concursantes, se forman grupos de muchachas que son patrocinadas por una misma persona. Este patrocinante costea cirugías plásticas, así como otros privilegios (entre esos transporte, eventos sociales, cenas, maquillaje, carros o apartamentos…). Las muchachas patrocinadas muchas veces no identifican la malicia de estos intereses por su corta edad o se ven en aprietos económicos para mantenerse en el concurso, por lo que caen en el compromiso de querer dar su cuerpo a cambio del beneficio que se les otorga.
Sin embargo, las concursantes que se encuentran en un apuro económico y que son detectadas por los patrocinantes que se prestan para estas prácticas no son obligadas a realizarlas. El negocio es entre la concursante y el adinerado patrocinador.
Fuente: http://caraotadigital.net
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