jueves, 12 de mayo de 2011

Las conductas indebidas son una amenaza permanente y latente en los cuerpos policiales

Por: Jairo Quiñones - Los policías se ven expuestos cotidianamente a distintas situaciones que generan decisiones rápidas, donde se pone a prueba el profesionalismo y los valores. En otras palabras, el nivel de exposición es mayor al de un ciudadano común. La falta de probidad, la corrupción y los procedimientos irregulares son conductas calificadas como “indebidas” en una institución policial.
Debemos hacer una distinción inicial que nos permita enfocar el debate conceptual que presentaré en este artículo. La corrupción en el interior de los órganos policiales puede ser de dos tipos: el primero, la corrupción administrativa, que dice relación con aquellas conductas corruptas que se dan a nivel de la gestión de recursos humanos y materiales en el interior de la institución y que son similares a aquellas presentes en otros organismos públicos (pago de comisiones por contratos, desvío de fondos, pago por ascensos o traslados, entre otras); el segundo tipo se refiere a una corrupción que es producto de las relaciones con el medio externo a la institución: esto es, se presenta ‘hacia fuera’ de la institución, en el contacto cotidiano de los funcionarios policiales con ciudadanos y delincuentes. Esta es la corrupción operativa (aceptar/pedir dinero por una detención, extravío o siembra intencional de evidencia, protección de delincuentes, como ejemplos). Será esta última la que concite nuestro interés, puesto que, por una parte, se presenta únicamente en funcionarios policiales, ya no en funcionarios de servicios públicos en general; por otra, es ésta la que genera mayor impacto en la ciudadanía, disminuyendo la confianza en la policía y aumentando la percepción de inseguridad que trae aparejada. Asimismo, la corrupción operativa reduce la eficiencia policial, pues disminuye el interés del funcionario policial por cumplir con la misión institucional. Para aproximarnos a una definición de esta corrupción operativa, la literatura plantea un primer elemento que debe ser considerado como central: todo acto de corrupción policíaca constituye un acto de abuso de autoridad, toda vez que quien lo comete ‘toma ventaja’ de su posición y del poder que le otorga.
La corrupción operativa, es la que nos quita el sueño, y es por eso mi interés traerla a este articulo; les comento camaradas, en el día diez (10) de mayo de 2011, me toco trasladarme a la ciudad de San Cristóbal, en hora de la mañana (5:00am) ha realizar diligencias relacionadas con mi profesión (abogado), en el traslado de Mérida a San Cristóbal, es de carácter obligatorio pasar por los túneles que me van a llevar a la ciudad de El Vigía, y de allí rumbo a San Cristóbal, pero, a raíz de las lluvias hemos tenidos muchos problemas con las vías de acceso a El Vigía, sea por los túneles, por la palmita ó por Zea, estando en la cola en el túnel, un funcionario policial se acerco a los vehículos que estábamos en la cola, y nos dijo “bueno si nos dan para el café lo pasamos, sino, tienen que esperar que los carros que vengan de El Vigía pasen todos” nosotros ni corto, ni perezoso le dijimos que no había problema, y que cuanto era el aporte, respondió: “caramba tampoco vayan a dar lo que cuesta un café” me tocó darle treinta bolívares (Bs-.30,oo), por precaución, y pensando si le daba menos me podía dejar en la cola; y era urgente mi traslado a San Cristóbal a resolverle asuntos a mis clientes; ya esto se esta volviendo costumbre, para estos funcionarios; les comento camaradas es, muy malo el sueldo de estos funcionarios que se dan a la tarea de caer en esta bajeza, en este acto de corrupción.
Vean camaradas, lo que hicieron los funcionarios de la Policía del municipio Baruta (maltratos, vejaciones, amenazas, golpes, humillaciones y pare usted de contar, en contra de unos detenidos) esto se llama violación de los Derechos Humanos; las investigaciones después del video presentado en la Asamblea Nacional (AN), por la camarada Cilia Flores; trajo como resultado 10 funcionarios de la Policía del municipio Chacao, estado Miranda, suspendidos de sus cargos; de estos efectivos, cinco ya se han ido de baja y tres están en proceso de investigación; también les comento camaradas, que funcionarios de la Policía de Baruta ejercen funciones de guardaespaldas de delincuentes; información esta corroborada por el presidente del Instituto para la Defensa de las Personas en el Acceso a los Bienes y Servicios (Indepabis), Augusto Montiel, cuando informó este miércoles 10 de mayo de 2011, que la empresa de compra programada de vehículos, Auto en Mano, fue intervenida tras las denuncias introducidas ante el organismo de cientos de personas afectadas. Y precisó que funcionarios de la Policía de Baruta ejercían funciones de guardaespaldas de los dueños de la empresa Auto en Mano y acotó que este hecho también es objeto de investigación por parte de los organismos competentes.
El Ministerio Público debe avocarse ha abrir una investigación a todos estos funcionarios, que cometan actos de corrupción para poder tratar de limpiar a las policías nacionales de funcionarios que arrastran este flagelo, que carcome la revolución. Y para determinar quienes eran los funcionarios que estaban de guardia el día miércoles 10 de mayo de 2011, en el túnel de Mérida, simplemente tiene que solicitar a la Policía de Mérida, los funcionarios en comisión para el túnel. Acabemos con la corrupción en los cuerpos policiales.

q_jairo@hotmail.com

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