La venta de hallacas que terminó mal en Oriente

Por: Zuly Pérez - Así le paga el diablo a quien bien le sirve. Parece un refrán popular o hasta el título de un libro, pero esta vez cuadra con otras circunstancias. Mientras en la televisora acataban la línea editorial impuesta por un gobernante de oriente, todo era un romance.
El dueño del canal llegó a convertirse en uno de los amigos y colaboradores más cercanos del regente, siendo premiado con contratos, publicidad y hasta le contrataron la elaboración de unas hallacas decembrinas para el gobernante y su séquito. La esposa del dueño de la televisora hablaba maravillas del político y hasta intercedía a favor de algunas personas que querían acceder a él.Pero todo se derrumbó cuando la televisora se puso crítica, revisionista y les dio cabida en sus espacios de opinión a todos los exagerados y perseguidos del político. El resto de la historia, aderezada con raros robos, es más que sabida.