La estafa rueda por El Este

Por: Nery La Cruz - Un jovenzuelo venido no precisamente de las clases pudientes que rodean las zonas mas encumbradas de la Caracas fastuosa del este, quería algún día lucir ostentosas prendas. Hermosas mujeres de averdolados ojazos, quería el muchacho lucir en las piscinas mas decoradas del Country Club.
Y alguna audacia le notaron los estrategas de la derecha acomodada, que le hicieron probar hace poco tiempo en la política, a ver si pegaban una. Lo mandaron entonces a España, con el encargo a declarar que por Venezuela no había naditica de libertad. Pero claro lo hizo muy mal. Deslucía el muchachón cuando repetía el guion que sus mandatones le construyeron. Parecía un bolsón que guardaba bisuterías de disminuida fantasía. Pero, dirá la estupidez que es la novia de los bobo habientes, al pimpollo se le prendió el bombillo. Quería plata bastante y rapidito, porque la juventud pasa igual de rapidito, a lo mejor pensaba. Quería plata en mano y se le ocurrió ofrecer con ventaja y alevosía, auto en mano para el pueblo de clase media. Escogió tres pomposos centros comerciales del este caraqueño para ofrecer su desfalco. Una página de Internet ofrecía con descaro el negocio cuadrado para acumular un billete y huir al exterior. Cuentan que el primero que cayó en el embeleco, se bajó con ciento cuarenta palos y nunca obtuvo el carro prometido, mientras el muchachón se rumbeaba sus reales en Miami. La vaina le gustó tanto al bandidito que se atoró y extendió el régimen publicitario hasta tal punto, que más de trescientos cristianos cayeron en el timo. Y el hombre feliz. Timaba cinco y entregaba un carro. La exponencialidad no calculada por el bandidito, le hizo caer en crisis de estafa. Y se le vino al mundo encima. Auto en mano se convirtió en manos esposadas. La crisis del travieso jovenzuelo es la crisis en micro del capitalismo mundial. Porque la mas grande estafa con que los seres humanos pudieron haberse encontrado en este mundo es el capitalismo. El capitalismo todo lo oculta para lograr sus oscuros intereses de desfalco, expoliación y robo. El capitalismo usa sus más sofisticados procedimientos para la alienación y la manipulación de los seres indefensos. A lo mejor el muchachón de auto en mano ha sido una victima infame del capitalismo devastador. Y aunque a él le gustó la vainita, no es más que un producto del capitalismo insolente y desvergonzado, como todos sus productos. Porque no hay desvergüenza mas horrenda, que despojar de su insuficiencia a algún ser humano. Entonces no supo el jovenzuelo denotar, que es tal la libertad exhibida en Venezuela que en ella pudo él, cometer su fechoría, inventando una compañía privada de maletín y pagina web para arrancarle los reales a ciudadanos decentes.

n_lacruz@yahoo.com

Fuente:  http://www.aporrea.org