Santamarta reclama una indemnización de 200 millones de dólares al Estado venezolano tras la toma de una serie de medidas encaminadas a obstaculizar su negocio farmacéutico, incluyendo la confiscación de la planta de producción de SM Pharma, situada en Maracaibo, Venezuela.
La familia Santamarta invirtió en Venezuela en la década de los setenta y desarrolló un negocio farmacéutico que se expandió por todo el país, de acuerdo con Expansión.
Sin embargo, desde 2015 diversos entes y autoridades gubernamentales venezolanos han venido desplegando medidas para "obstaculizar" las actividades de la familia Santamarta, que condujeron a la toma del control operativo de SM Pharma y, finalmente, la confiscación de los bienes de las sociedades del grupo, despojándolo por completo de su inversión.
El 9 de febrero de 2019, el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación de España emitió un comunicado titulado "España deplora confiscación de la fábrica farmacéutica SM Pharma", mediante el cual el Gobierno español rechazó la expropiación de SM Pharma como empresa fundada y dirigida por una familia de origen asturiano, describiendo las acciones del Gobierno de Venezuela como una expropiación ilegal y sin fundamento.
Asimismo, las autoridades españolas manifestaron que dicha expropiación incumplió los compromisos adquiridos frente al Gobierno español. Santamarta confía en seguir contando con el apoyo de las instituciones españolas ante esta situación.
El 17 de abril de 2019, Santamarta envió una carta de notificación de disputa a la República Bolivariana de Venezuela, donde manifestó su consentimiento para iniciar un arbitraje internacional y trató de llegar a un arreglo amistoso, lo cual no fue posible. Ahora, ha interpuesto una reclamación de arbitraje en su condición de inversionista español.
El arbitraje se ha iniciado bajo los auspicios del Reglamento de Arbitraje CNUDMI y será decidido por un tribunal arbitral. El Acuerdo para la Protección de Inversiones entre el Reino de España y Venezuela entró en vigor en 1997.
Santamarta no es el primer inversor extranjero que sufre un tratamiento discriminatorio por parte del Gobierno Bolivariano.
El sistema internacional de protección de inversiones ofrece a los inversores extranjeros la posibilidad de acudir a un tribunal internacional para obtener una justa compensación por la pérdida de sus inversiones que, de otra manera, sería inviable. Asesoran a Santamarta el bufete B. Cremades y Asociados y WDA Legal en Caracas.
Fuente: Con información de Agencias
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Envíenos sus comentarios y aportes informativos al tema. Recuerde que su comentario, aunque no sea publicado, puede ser tomado en cuenta para nuestros temas de investigación. Los comentarios con términos insultantes, ofensivos, denigrantes y que incumplan nuestras políticas serán rechazados. Sólo puede enviar comentarios de menos de 1 mil (1.000) caracteres.