domingo, 25 de noviembre de 2012

Mafias del narcotráfico reclutaron a pesistas zulianos

El vuelo 741 de Air France llega a París desde Caracas. A bordo hay un grupo de 22 venezolanos. Dicen ser turistas que se dirigen a Ámsterdam, Holanda. Los agentes de seguridad no creen en el parlamento ensayado de los pasajeros: habían sido alertados por teléfono desde Venezuela.
Los someten a radiografías y a exámenes de orina. Los resultados son sorprendentes. Cada uno aloja en su estómago un promedio de 100 dediles de cocaína: en suma, todos llevan 20 kilogramos de droga.

El grupo, la mayoría disfrazados de travestis –un detalle preciado para las crónicas rojas– es detenido. Le Parisien, uno de los diarios locales más leídos, describe la operación como “el golpe contra el narcotráfico de mulas más importante jamás realizado en Francia”.

Dos de los aprehendidos ese día de marzo de 2006 en el Aeropuerto de Roissy reincidieron en el mismo delito seis años después y cayeron presos en dos ciudades distintas: Caracas y Buenos Aires. Ambos comparten más que un pasado común: son pesistas, son oriundos del estado Zulia y han participado en selecciones estadales y nacionales de halterofilia. Se llaman René Hernández y Leonel Albarrán.

Al primero lo volvieron a detener en la capital argentina hace una semana junto con tres dominicanos y diez venezolanos. En el grupo había dos pesistas también oriundos del Zulia: Julio Chacín, con trayectoria en el deporte regional, y Cristina Suárez, subcampeona en 2010 de los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Mayagüez. Simulaban ser miembros de la selección olímpica venezolana, pero en realidad llevaban cocaína líquida en sus cuerpos.

En enero pasado, Albarrán fue aprehendido por el Cicpc en El Paraíso cuando apenas regresaba de un viaje secreto a Pescara, Italia. A esa ciudad había ido junto con otro pesista zuliano de mayor renombre, Israel Rubio, medallista de bronce en Atenas 2004 y campeón de los Panamericanos de Guadalajara en 2011, a quien los carabinieri –policía italiana– sorprendieron en una casa con 3 dominicanos, donde hallaron 1,5 kilogramos de cocaína en polvo y 500 gramos de cocaína líquida.

Nexos en Caraballeda. Hernández y Albarrán compartieron el mismo destino en París. Ambos fueron condenados a tres años de prisión por la jueza Corinne Goetzman y tienen prohibido regresar a ese país hasta 2016, de acuerdo con fuentes judiciales parisinas.

Durante los interrogatorios, uno de los detenidos señaló a una persona en Venezuela como líder de la operación: Elías Verde Peña. El hombre era propietario de una casa en Caraballeda, estado Vargas, cerca del Aeropuerto Internacional Simón Bolívar de Maiquetía. Utilizó el inmueble para la preparación del viaje: reunió allí a los correos humanos para entregarles los pasaportes y hacerles ingerir los dediles.

Algunos detalles de la investigación se filtraron en la prensa francesa: a los viajeros se les reclutaba con la promesa de un pago en dólares o euros por traficar drogas al exterior, de acuerdo con la cantidad de sustancia que toleraran. Una vez comprometidos, se les retenía bajo amenazas de muerte.
Verde Peña también tenía un autolavado en La Vega, muy cerca del Velódromo Teo Capriles –sede de entrenamiento de deportistas de alta competencia– y de los hoteles donde éstos suelen alojarse.

El Comando Antidroga de la Guardia Nacional solicitó órdenes de allanamiento de las dos propiedades. Después de rastrearlo durante tres meses, la policía lo ubicó en Vista Alegre. Intentó huir y comenzó una persecución que terminó en la autopista Francisco Fajardo. “Muchos van a caer”, dijo Verde Peña cuando fue aprehendido.

Sin embargo, en el juicio admitió los hechos. “Me declaro culpable en relación a los cargos fiscales y renuncio al escrito interpuesto por mi defensa”, señaló de acuerdo con las actas del caso. Fue sentenciado a ocho años de prisión en mayo de 2009 por tráfico ilícito de drogas.

La División de Drogas del Cicpc en Maiquetía, que había sido fundada hacía 42 años, fue desmantelada a raíz del caso. Se sospechaba entonces de los vínculos del acusado con miembros de la institución policial y con organizaciones colombianas liadas al negocio ilegal del tráfico de narcóticos, que ha terminado arropando a pesistas zulianos.

Operación retorno. Albarrán salió de Francia luego que cumplió un año de sentencia, aseguraron allegados: “Él quiso dejar esa etapa atrás”. El pesista volvió a Venezuela y recibió oportunidades para participar en torneos de alta competencia. En abril de 2009 asistió a los Juegos Deportivos del ALBA en La Habana, Cuba. Al año siguiente fue al Panamericano de Mayores de Guatemala y a los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Mayagüez. Después ganó tres medallas de plata en los Juegos Nacionales de diciembre de 2011.

Albarrán partió con Rubio a Pescara, Italia, el 19 de enero de 2012. Se instalaron en un apartamento de la calle Citte Ciglia, donde una semana después aprehendieron al medallista olímpico. Salvatore Invidia, teniente de los Carabinieri que comandaron la operación, indicó que los recorridos eran habituales en el barrio. Las personas que estaban en el edificio vieron a los policías, se pusieron nerviosas y lanzaron la droga desde una ventana, donde pensaron que nadie los vería. Allí, sin embargo, había otros funcionarios: “Fue algo estúpido”.

Albarrán no estaba en el lugar. Se ha dicho que logró huir, pero fuentes allegadas al pesista dijeron que había salido a cambiar la fecha de su vuelo de regreso porque no aprobaba la situación en la que estaba comprometido por Rubio. Al regresar al edificio, encontró a un policía que le impidió entrar porque nada sabía de su conexión con el hecho. El medallista olímpico, en cambio, declaró a las autoridades italianas que Albarrán era el jefe de la operación. Los dos fueron sentenciados casi al mismo tiempo: en julio, Rubio fue condenado a 4 años de cárcel en Roma y Albarrán a 15 años de prisión en Caracas luego de admitir su responsabilidad en el caso.

Golpe en Buenos Aires. René Hernández fue señalado por la policía argentina como el líder del grupo detenido en el aeropuerto de Ezeiza la semana pasada. Una declaración de Sergio Berni, ministro de Seguridad de Argentina, le atribuyó relevancia al caso: “A través de operaciones de inteligencia, se logró dar con una banda completa de narcotraficantes de 10 personas que llevaba en su interior cocaína líquida. Es un operativo muy importante”.

La acción policial –al igual que ocurrió en Francia hace seis años– se facilitó por una llamada que en julio pasado hizo una persona de nacionalidad venezolana a un juzgado. La Nación de Buenos Aires reportó que la persona telefoneó para solicitar información sobre un joven que fue detenido en Buenos Aires y que había sido reclutado por una organización de tráfico de estupefacientes entre Venezuela, Argentina y Europa.
De acuerdo con el testimonio, el grupo era coordinado por Hernández. Las pesquisas se activaron cuando el ex atleta entró al país sureño el 11 de noviembre y se hospedó en el Real Splendid Hotel, en la calle Ramón Falcón de la capital argentina, junto con otros nueve venezolanos. Luego, intentó salir desde el principal aeropuerto de la ciudad hacia Portugal, con escala en Brasil. Fue entonces cuando los detuvieron, lo que nadie pudo hacer en Venezuela.

El ministro de Deportes indicó que su despacho tiene buenos criterios de seguridad

Rodríguez: No vamos a volver a castigar a quien ya cumplió una pena

El funcionario aseguró que su cartera respalda a los deportistas activos a través del estímulo a la educación

El silencio guardado por el Ministerio del Deporte ante los hechos que han envuelto los nombres de René Hernández, Leonel Albarrán e Israel Rubio es parte de una política. Cuestionado por estos casos, Héctor Rodríguez, titular del despacho, señaló esta semana: “Ese no es un tema del Ministerio de Deportes”.

Sus impresiones las dio cuando salía de una reunión con los atletas y el cuerpo técnico, en la que hizo un breve repaso del Plan Nacional de Deporte con miras a los ciclos olímpicos 2014-2024. Varios jóvenes exigieron allí más participación en la toma de decisiones del ministerio. Rodríguez los respaldó, pero con una observación: “Sí. Esta democracia es participativa, pero el ministerio exige de ustedes competitividad”.
―¿Qué tiene que decir del caso Rubio, Albarrán y Hernández?
―Sobre el compañero que está en Italia, Israel Rubio, hicimos todo un proceso de barrido y no tiene nada que ver con un proceso interno aquí en el ministerio. Aquí tenemos buenos criterios de seguridad. En ese caso se trató de hacer ver que eran los atletas, pero fue un caso aislado. No tiene que ver con nuestros atletas activos; ellos están dando muy buenos resultados. La mayoría está estudiando, se están portando muy bien y son personas muy responsables. A nosotros nos dolió porque hicieron ver (los medios) que eran atletas de la selección nacional. No es un tema del Ministerio de Deportes.
―¿Cree usted que un caso como el de Albarrán, que purgó una pena y volvió a competir, es viable para el sistema deportivo?
―Todo ciudadano que cumpla su pena vuelve a ser un ciudadano normal, no lo vamos a castigar. No los vamos a volver a castigar; ya hay un sistema de justicia que los castiga. Lo que sí te puedo decir es que la mayoría de los atletas son ejemplos para los ciudadanos venezolanos. A mí me lastima mucho que algunos medios traten de dañar la imagen de la mayoría de nuestros atletas. ¿Que un atleta cometa un error? Es un ciudadano.
―Pero en vista de los casos presentados, ¿no están en peligro los deportistas ante estas mafias? ¿Qué hace el ministerio para protegerles? ¿Ha habido coordinación policial?
―Siempre los ciudadanos están en peligro. ¿Qué hacemos para protegerlos? Invertir en deporte, seguir ayudándolos en sus estudios.
―Y ¿cómo protegen a los atletas?
―Eso: ayudarlos a estudiar, a trabajar. Sólo uno de los señalados fue de la selección de pesas (Rubio). Los demás no.
―¿No debería ser más rígido el ministerio o la Federación Venezolana de Pesas con este tipo de casos? ¿Revisar o hacer a un lado a quien cometa ilícitos?
―Es que cuando un atleta comete un ilícito queda fuera de la institución. Después de que cumpla su pena en el sistema judicial vuelve a su trabajo normal. Si quiere volver a la selección, esa es otra cosa. Pero ningún atleta que cometa un ilícito es parte de la selección nacional; eso lo dicen todos los reglamentos.

Israel Rubio
Apresado en Pescara, Italia, por tráfico de drogas el 25 de enero de 2012. Viajaba con Albarrán. Fue sentenciado a cuatro años de prisión. El hecho le hizo perder la posibilidad de asistir a las Olimpíadas de Londres 2012

Leonel Albarrán
Detenido y sentenciado en París en 2006 por tráfico de drogas. En 2012 viajó con Rubio a Italia. Lo detuvieron cuando regresó a Caracas. Fue sentenciado a 15 años por tráfico de drogas. No era atleta de la selección nacional cuando cayó preso.

René Hernández
Detenido y sentenciado por tráfico de drogas en París en 2006. En 2010 fue suplente de la selección en un campeonato internacional. Cayó preso por tráfico de drogas el 15 de noviembre de 2012 en Buenos Aires. Al momento de su detención no era miembro activo de la selección nacional.


Fuente: Fabiola Zerpa / David González - http://www.el-nacional.com

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