Eso pasó con el colombiano Daniel “El Loco” Barrera y el mexicano Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”. Historias como ésta abundan en los círculos del hampa. Para no ir más lejos, en México la más reciente rivalidad la presentan los cárteles del Golfo y Los Zetas.
El narcotraficante colombiano, considerado el último gran capo de la droga de este país, preparaba una guerra contra el cártel de Sinaloa de “El Chapo” en los días previos a su detención, el pasado 18 de septiembre en San Cristóbal, Venezuela, de acuerdo con un reporte de inteligencia de la Policía colombiana.
Según el informe, “El Loco” y Guzmán habían sido socios cercanos en los últimos años, pero la alianza comenzó a deteriorarse desde el año anterior, cuando ambos capos iniciaron una disputa por el control regional del negocio del narcotráfico.
Un factor que contribuyó “a la desestabilización” de esa sociedad fue la caída, en 2010, de los dos cabecillas de la denominada Junta Internacional del Narcotráfico, los colombianos Luis Agustín Caicedo Velandia, “Lucho”, y Julio Lozano Pirateque. El primero fue capturado en Argentina durante una redada de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA), en abril de ese año, y el segundo se entregó a la justicia estadounidense siete meses después.
El reporte de la Policía colombiana señaló que “El Loco” Barrera intentó quedarse con el negocio de “Lucho” y Lozano Pirateque y buscó “cobijar bajo su mando a todos los cabecillas del narcotráfico a nivel latinoamericano, situación que despertó la codicia de ‘El Chapo’ Guzmán, alterando más las relaciones entre estos dos capos del narcotráfico”.
El mexicano se inició en el negocio del narco desde 1980, cuando se asoció con Miguel Ángel Félix Gallardo, “El Padrino”, líder del cártel de Guadalajara. Tras la detención de éste, en 1989, “El Chapo” fundó el cártel de Sinaloa.
A finales del año pasado, un subalterno de “El Chapo” conocido con el alias de “Amparo” suministró información a la Policía Antidrogas de República Dominicana para capturar al colombiano Henry Toro Pedroza, alias “Chocolate”, quien había sido el enlace de Barrera con los cárteles mexicanos de Sinaloa y de Los Zetas.
Gracias a la información del emisario de “El Chapo”, Toro Pedroza fue capturado por la Policía dominicana y deportado a Colombia a principios de este año, “lo que despertó la ira de Barrera contra el jefe del cártel de Sinaloa”, agregó la investigación. Según el reporte de inteligencia, la guerra que pensaba desatar Barrera contra Guzmán la ejecutaría con el apoyo de una facción de Los Zetas.
“El Loco” estaba habituado a enfrentar a sus enemigos con fiereza y audacia criminal. Con 25 años en el mundo del narcotráfico, era consciente de que el poder de un jefe del hampa radica en su capacidad para hacerse respetar ante quien sea y en su determinación para aniquilar a cualquier enemigo, por muy fuerte y despiadado que éste sea. Así se ganó el apodo de “El Loco”.
La importancia de Barrera como líder criminal era tal, que su detención, ocurrida el 18 de septiembre en San Cristóbal, ciudad venezolana fronteriza con Colombia, fue anunciada al país por el mismísimo presidente Juan Manuel Santos, quien describió al delincuente como “el último gran capo” del narcotráfico de esta nación.
Durante años fue el hombre más buscado de Sudamérica. De acuerdo con informes de inteligencia, Barrera, un “narco puro” que llenó los vacíos que dejaron en su momento los jefes de los cárteles de Medellín y Cali, Pablo Escobar Gaviria y los hermanos Rodríguez Orejuela, respectivamente, llegó a manejar 40% de las “exportaciones” de cocaína producida en Colombia y a lo largo de su carrera delictiva traficó hacia el exterior unas 900 toneladas de esa droga.
De ser cierta esa información, Barrera habría “exportado” cocaína cuyo valor en el mercado negro al mayoreo en Estados Unidos habría alcanzado unos 22 mil 500 millones de dólares, cifra equivalente a 29% de la deuda externa colombiana.
La Fiscalía local rastrea más de 200 bienes inmuebles, empresas y sociedades de “El Loco”, quien posee una enorme fortuna a nombre de testaferros y de dos hermanos que padecen síndrome de Down y que son la “luz de sus ojos”.
A fines de los años ochenta, Barrera era un humilde cargador de bultos en la central de abastos de Bogotá.
Guzmán aprovechó la persecución de la Policía colombiana a su socio para apropiarse de una buena cantidad de dinero producto de las ganancias del narcotráfico
LA CAÍDA
A control remoto
Daniel Barrera se refugió en Venezuela desde 2008, donde se movilizaba entre Caracas, la de Barinas y la fronteriza San Cristóbal, donde utilizaba 69 diferentes teléfonos públicos para comunicarse con sus lugartenientes. En uno de ellos fue capturado. Desde Venezuela, siguió manejando el trasiego de cocaína hacia EU en sociedad con los cárteles mexicanos, pero el acoso policiaco le generó cada vez más problemas para operar.
Fuente: http://www.informador.com.mx |
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Envíenos sus comentarios y aportes informativos al tema. Recuerde que su comentario, aunque no sea publicado, puede ser tomado en cuenta para nuestros temas de investigación. Los comentarios con términos insultantes, ofensivos, denigrantes y que incumplan nuestras políticas serán rechazados. Sólo puede enviar comentarios de menos de 1 mil (1.000) caracteres.