En el foro Escenarios de cara a las elecciones, realizado el martes pasado, Luis Vicente León, directivo de la empresa, señaló que Chávez obtendría 53,1% y Capriles 44,5%. La diferencia porcentual sería de 8,6.
Durante la exposición, León enfatizó que en la consulta se tomó en cuenta a las electoras y los electores independientes, conocidos también como los no alineados o ni-ni. Destacó que este sector sumaba 21,5%, y en septiembre bajó a 11,6%. Es decir, que 50% de los votantes decidió, en un lapso de cinco meses, a quien apoyaría.
En este escenario, según el cual Chávez ganaría con 8,6 puntos de diferencia, los no alineados políticamente se inclinaron por Capriles (58,3%), mientras que el 41,7% se mostró favorable a Chávez, estimó León. Aunque Capriles “pescó” nuevos votantes, el Mandatario Nacional mantuvo la preferencia de sus seguidoras y seguidores.
En otro contexto, que sería el más duro y complejo para la oposición, Chávez ganaría con 55,9% y Capriles lograría 44,1%, lo que significaría 11,8 puntos de diferencia.
INDECISOS
León también planteó un entorno más cerrado, apoyándose en el comportamiento de los no respondientes durante la encuesta, que asoció a los electores no independientes: “Es lógico pensar que el comportamiento de este segmento en campaña puede marcar un patrón de comportamiento de indecisos”.
Entre mayo y septiembre, el 50% decidió a quién dará su voto. Según León, “el 83,6% se movió, se decidió por Henrique Capriles. Él no pescó en el campo chavista, él pescó en el campo independiente, no decidido, no respondiente; es decir, no estaba Chávez cayendo, estaba Capriles subiendo” en ese ámbito.
En este escenario propuesto por Datanálisis Chávez obtendría 50,4% de los votos, contra 47,2% de Capriles, lo que significaría un empate técnico con una diferencia de 3,2 puntos porcentuales.
Indicó que existe una probabilidad de que ocurra un “empate técnico”, en el que Chávez obtenga un triunfo cerrado: “A pesar que existe un importante nivel de respaldo al CNE y al proceso automatizado en Venezuela, de alrededor de 70%, existe un 30% de rechazo y desconfianza que viene de la oposición que no confía ni respeta al CNE en su capacidad de transmitir sin sesgos los resultados. El problema es que la población que va a estar tensa el 7 de octubre no tiene confianza en su adversario, porque siente que es capaz de cualquier cosa; ni en los resultados si estuvieran completamente cerrados y no verificados por el comando de Capriles”.
Agregó que existiría un riesgo “porque una parte de la población puede sentir que la robaron”. Comentó que, a diferencia de lo que ocurrió en el referendo revocatorio (2004) cuando la oposición “no tenía capacidad de defender lo que decían había sido su triunfo electoral”, en estas elecciones podría haber una actuación espontánea de ese sector de la población.
A su juicio, el 7 de octubre “la oposición representaría en efecto a la mitad del país, que además tiene desconfianza y esperanza, y que no está organizada en partidos políticos. Los partidos políticos no organizan ni mueven a la población venezolana. El 7 de octubre va a haber una población espontánea y las poblaciones espontáneas, cuando se sienten burladas, son peligrosísimas”.
En este escenario, León avizora una división dentro del chavismo. “El centro de ese proceso será qué opina y qué hace el sector militar”, opinó.
“PAQUETAZO” NO AFECTÓ
En cuanto a las medidas económicas de la oposición, Luis Vicente León, directivo de Datanálisis, manifestó que “fue bautizado como el ‘paquetazo’ por el Gobierno para conectarlo con el pasado. La mayoría de las cosas que dice la gente que dice el paquetazo, las dijo Chávez y no Capriles; el Gobierno se adueño de la propuesta económica de la oposición, creando un monstruo del neoliberalismo al que lo bautizaron con el nombre de paquetazo”.
León, a diferencia de otros encuestadores, piensa que esta estrategia no afectó la aceptación de Capriles: “La oposición, quizás en las primeras de cambio, se vio sorprendida y la respuesta fue deslindarse del proceso y presentar el plan de los 100 días. Si se chequea el plan vemos que habla de los elementos micros que debían discutirse desde el principio en la propuesta económica; es decir, los elementos que de verdad importan a la población”.
Con respecto al debate que planteó el aspirante del antichavismo, dijo que es un derecho de la población.
“Normalmente, en un país democrático los debates ocurren; no porque todos quieren participar, porque siempre hay uno que no quiere, sino porque el costo de no participar es muy elevado. Lamentablemente en Venezuela no es costumbre el debate electoral y no hay costo por no participar. ¿A quién normalmente no le interesa? A quien tiene más que perder”, analizó.
Capriles “solo puede crecer; él no tiene que perder, solo tiene que ganar. El otro candidato no ha perdido, pero no es suficiente. Si Chávez gana el debate, no pasa nada. El costo para Capriles sería mínimo, porque Chávez es el Presidente, es el actor que todo mundo conoce y la gente siente que Chávez es un monstruo en la comunicación. Si pierde el debate eso no afectará que la gente vote por Capriles porque Chávez hable más o mejor. Pero al revés, sería un desastre”.
OTRA PREGUNTA
Aun cuando el Jefe del Estado no solo inscribió su campaña ante el CNE sino que continúa muy activo en campaña, Datanálisis incluyó en su encuesta la pregunta: ¿Qué pasaría si Chávez no fuese el candidato? Luis Vicente León dijo que “incluso en este escenario Henrique Capriles toma fuerza importante como sustituto, lo que indica que incluso en el chavismo Capriles ha logrado penetración con su campaña”.
A su juicio, también existe la posibilidad del voto oculto por supuesto miedo.
Fuente: Janet Queffelec - http://www.correodelorinoco.gob.ve |
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