Investigado en Anzoátegui por presunto contrabando de combustible profiere acusaciones contra militares

Por: Gabriela Herrera - El abogado anzoatiguense Eduardo Suárez Muria manifestaba que temía por su integridad física después de enemistarse hace meses con su antiguo cliente el dueño de bingos y casinos Diamantino Goncalves, a quien le ocasionara algunos problemas. Suárez habría traicionado a Diamantino obligándolo a vender a Domingo Goncalves las acciones de parte de sus salas de juego.
Probablemente viviendo de viejas glorias, el abogado se aprestó a asesorar legalmente a unos empresarios chinos-norteamericanos, dueños de la empresa pesquera “La Isla”, a los que ahora se les investiga por presunto contrabando de gasoil, en supuesta complicidad con funcionarios del servicio de vigilancia costera.
En la actualidad la Guardia Nacional Bolivariana solicita a Suárez Muria para que rinda declaraciones en el caso de presunto contrabando, motivo por el que supuestamente se fue de Venezuela, no sin antes vociferar serias acusaciones en contra de autoridades de la Guardia Nacional que hacen vida en Anzoátegui, a las que acusa de ser quienes realmente tratarían de ingresar al mercado del contrabando de combustible. Se presume que Suárez se marchó a Panamá. El leguleyo también dice contar con contactos en la inteligencia militar y en el gobierno de Anzoátegui.