En el transcurso de la tarde su esposa recibió una llamada de una de las profesoras de la escuela, quien le confesó que le habían dado tres pastillas de Diazepam de cinco miligramos, pues acostumbraban dárselas a los niños y niñas para que no molestaran. “Enseguida lo llevamos a la clínica y le realizaron los exámenes de sangre y orina y salieron positivos”. Los médicos de guardia le informaron a Cabrera que esas son pastillas para dormir y que podían producir un paro respiratorio. A las 2:00 de la tarde del día siguiente le dieron de alta al niño.
Tras la hospitalización de su hijo, dos representantes más decidieron realizarles exámenes a sus bebés, con los cuales constataron que existen tres casos en el mismo preescolar. Posteriormente hablaron con la directora de la guardería, pero observaron contradicciones.
Varios padres contactaron a la ONG Pro-Defensa del Derecho a la Educación para que se apersonara e iniciara una investigación en el Estado Carabobo, ya que presuntamente de tales prácticas de sedar a los niños, habría muerto uno de los infantes dopados, asunto que no sería reseñado por la prensa carabobeña ante el temor de posibles represalias.
Fuente: El Carabobeño // ONG Pro-Defensa del Derecho a la Educación
ESTA HOMICIDIO DEBE SER INVESTIGADO URGENTEMENTE DE OFICIO POR LA FISCALIA DEBIDO A QUE CAUSO ALARMA PUBLICA, LOS SEDANTES SI ES QUE SE PUEDEN ADMINISTRAR A LOS INFANTES, DEBEN SER RECETADOS POR UN PEDIATRA.-
ResponderEliminarque pecado, esa maestra no sabe que eso es super peligroso.
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