miércoles, 15 de agosto de 2018

El "guiso" tras el único buque habilitado de Conferry

En horas de la mañana del martes, la embarcación Tallink Autoexpress II se hundió en el puerto de Guanta, Anzoátegui, dejando solamente en funcionamiento el buque Virgen Del Valle II, adquirido durante la gestión de Hebert García Plaza, en 2013, junto a otros dos barcos que en la actualidad están anclados.
El Tallink es uno de los catamaranes heredados de la antigua Conferry, la cual, fue expropiada por el Gobierno en el año 2012, con el fin de reparar el “desastre” que había bajo el mando de la gestión privada. Para entonces, lo primero que se propuso el entonces presidente de la República, Hugo Chávez, fue recuperar las embarcaciones e importar al menos otras tres, con mayor tecnología y comodidad para los viajeros, sin embargo, lo que se inició como una iniciativa innovadora, terminó siendo uno de los mayores escándalos de corrupción.

El guiso

Corría 2013 y Nicolás Maduro asumía la presidencia y, a su vez, designaba a su nuevo gabinete ministerial, donde entraba una de sus piezas, Hebert García Plaza. El entonces Mayor General, fue nombrado ministro para el Transporte Acuático y Aéreo, cartera que se disolvió en 2016 y cuyas competencias fueron asumidas por el Ministerio de Transporte, y concretó el guiso de los ferrys que, hasta la fecha, genera pérdidas para el país.

“Después de un minucioso proceso de evaluación, inspección, pruebas de mar y selección final, se llevó a cabo la firma del documento de adquisición de los primeros tres ferrys prometidos por el Gobierno con el fin de incorporarlos a la flota de La Nueva Conferry”, rezaba la nota de prensa oficial emitida el 26 de abril de 2013 por el expropiado ente.

Las declaraciones, ofrecidas por la presidenta de Bolivariana de Puertos (Bolipuertos), C.A., Elsa Gutiérrez Graffe, apuntaban que los barcos adquiridos eran completamente nuevos, fabricados en el año 2012 en Grecia, país al que asistió un grupo multidisciplinario del Ministerio de Transporte  Acuático y Aéreo para verificar la funcionalidad de estos.

Con capacidad para transportar hasta 700 pasajeros y 200 vehículos familiares, estos buques contaban con la mayor tecnología de la época y trasladarían a los viajeros en el aproximado de tres horas y treinta minutos hasta la Isla de Margarita. El primer buque en zarpar en puerto venezolano fue el Virgen del Valle II. La nave, que llegó al país a mediados de agosto de 2013, no solo no era griega, sino que tampoco era nueva, como se había prometido.

Conocido en los puertos españoles como el Euroferrys Pacífica, fue construido en 2001 en Australia  para navegar en aguas españolas. De acuerdo con un informe de la Dirección General de la Marina Mercante de España reseñado por RunRunes, la embarcación sufrió daños estructurales por chocar en un muelle pocos meses después de que se iniciaran sus labores marítimas. Pese a su historial, el barco fue adquirido por la gestión de García Plaza por 17 millones de euros, el equivalente a más de 19 millones dólares.

En diciembre, arribaron los otros dos ferrys: Virgen de Coromoto y San Francisco de Asís. Ambos por un monto de 32,5 millones de euros. El primero fue anclado en el muelle de Punta de Piedras por fallas técnicas el pasado mes de enero, según dio a conocer Alfredo Santamaría, vicepresidente del Sindicato Nacional Bolimarítimo, a El Sol de Margarita. Mientras que el segundo, está “inservible” casi desde que fue adquirido.

Las consecuencias

En septiembre el presidente de Conferry, Roigar López, quien detalló que las embarcaciones San Francisco de Asís y Virgen de Coromoto estaban en venta. Para entonces, el Coromoto estaba en buen estado, pero su mantenimiento era muy costoso. Con la venta de ambos barcos se comprarían otros dos, pero de carga, y se pondrían a disposición del los neoespartanos en la ruta Puerto La Cruz – Punta de Piedras.

Hasta la fecha, ninguno de los dos proyectos se concretaron. Actualmente, La Nueva Conferry cuenta únicamente con un buque comercial, el Virgen del Valle II. Los demás que operan para la expropiada son de navieras privadas, por lo que la estatal debe pagar por el alquiler.

Cero mantenimiento

Sumado a esto, a Virgen del Valle II tampoco le queda mucho tiempo de vida. Fuentes extraoficiales informaron a El Sol de Margarita que el ferri funciona a medias, y es que de los cuatro motores que tiene, solo funcionan dos. Además, el mantenimiento de la nave es nulo, y se evidencia en las horas de viaje que este tarda en trasladarse hasta la Isla. Desde Guanta hasta Margarita, el trayecto estimado es de 50 minutos, sin embargo, Virgen del Valle II se toma hasta tres horas y medias.

Fuente: Con información de https://elcooperante.com - ->> Ir

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