viernes, 26 de enero de 2018

Se tensa situación entre Caracas y Madrid (+Zapatero)

El Gobierno de Venezuela declaró este jueves persona non grata al embajador de España, Jesús Silva Fernández. Aluden a “continuas agresiones y recurrentes actos de injerencia en los asuntos internos” del país caribeño. El anuncio tendrá efectos inmediatos y supone su salida en 72 horas. Aunque no es la primera vez que hay rifirrafes entre ambos gobiernos, es la medida diplomática de mayor envergadura que se ha tomado desde que Nicolás Maduro es presidente.

El inicio de este nuevo episodios de tensiones fue el lunes, después de que se formalizaran en el Consejo de Ministros de la Unión Europea las sanciones a siete cargos públicos del Gobierno de Venezuela, entre los que se encuentran el número dos del PSUV, Diosdado Cabello, la rectora del Consejo Nacional Electoral (CNE), Tibisay Lucena, y el fiscal designado por la Asamblea Constituyente, Tarek William Saab. Las sanciones implican la congelación de cuentas y prohibición de entrada al territorio europeo.

A partir de ahí empezaron las respuestas.

Todos a una en el Gobierno rechazaron las sanciones, “neocolonialistas e injerencistas”. Al día siguiente se anunció la petición al CNE de elecciones. Mientras, se iniciaron los ataques verbales al presidente Mariano Rajoy, algo que Maduro suele hacer con bastante frecuencia. En esta ocasión le dijo: “Ponte a cuatro paticas, compadre, que este pueblo lo que te va a dar es pela”, comentario a medio camino entre lo bravucón, lo sexual y lo homófobo.

El miércoles dieron un paso más. Llamaron a consultas al embajador de Venezuela en España, Mario Isea. Esto tampoco es nuevo. Por ejemplo, en febrero del año pasado fue el Ministerio de Exteriores español el que convocó a Isea a una reunión por una nueva ola de comentarios de Maduro contra Rajoy.

Las relaciones diplomáticas entre ambos países siempre han sido tensas desde la llegada al poder del chavismo en 1999, especialmente con los gobiernos del Partido Popular, si bien tanto con este como con gobiernos del PSOE se han firmado acuerdos económicos con Caracas, sin ir más lejos con el Ministerio de Defensa para la venta de material antidisturbios o la construcción de corbetas a través de Navantia.

La última vez que se tensó la cuerda en ambos lados fue en abril de 2015. España llamó al embajador de Venezuela en Madrid y le dio un toque de atención. Venezuela hizo lo propio con el entonces homólogo español, Antonio Pérez Hernández. No se dio un paso más allá. No se expulsó a diplomáticos ni se llegó al siguiente nivel, que es el cierre de embajadas. En ese caso, a quien declararon persona non grata fue al expresidente Felipe González.

Contra él la campaña televisiva se mantuvo por meses. “Feli-pillo” era como lo nombraba Diosdado Cabello en su programa semanal, donde emitían incluso una especie de caricatura satírica contra él y sus relaciones con personajes de la oposición como Lilian Tintori, Leopoldo López o el político y fundador del diario 'Tal Cual', Teodoro Petkoff. Maduro dijo de él que era un “cobarde”.

Solo uno se salva
En medio de insultos, acusaciones y expulsiones, el único que permanece inmune es José Luis Rodríguez Zapatero. El expresidente, de hecho, es de las pocos políticos españoles que se han reunido con Maduro y que han podido ver a Leopoldo López cuando estuvo recluido en la prisión militar de Ramo Verde.

Zapatero se alzó como figura de mediación entre Gobierno y oposición desde 2016. En unas declaraciones en Madrid, llegó a afirmar que viajaba a Caracas dos veces al mes. La buena relación se fue un poco al traste el año pasado, en julio, poco antes de las elecciones a la Constituyente. Zapatero emitió un comunicado donde señaló al Gobierno como el “principal responsable” de la falta de diálogo con la oposición. Maduro pidió una rectificación.

Parecía que el idilio se iba a terminar allí, pero a los meses reapareció Zapatero en escena y hubo una nueva reunión en Miraflores.

Se cuidan mucho de nombrarlo, pero la última vez que Maduro se refirió a él, se deshizo en elogios. Fue en octubre, durante el programa 'Salvados', en la entrevista que le hizo Jordi Évole. “Cualquier cosa que diga de Zapatero lo puede perjudicar. En España persiguen a cualquier persona que pueda venir a ayudar a la paz de Venezuela. Zapatero ha ayudado mucho a la paz de este país en los últimos años, es un testigo excepcional de los esfuerzos que hemos hecho por el entendimiento, la paz, el acuerdo político. Y se lo tengo que agradecer. Él expresa una España dialogante y democrática”.

Fuente: Con información de ALICIA HERNÁNDEZ - https://www.elconfidencial.com - (PULSE AQUÍ)

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