viernes, 19 de mayo de 2017

Venezolanos que negaron venta de lacrimógenas fueron acusados de contrabando de municiones

Tras las denuncias sobre la presunta exportación hacia Venezuela de bombas lacrimógenas desde un local propiedad de venezolanos ubicado en Miami, decenas de personas visitaron el lugar para tomar fotos e increparles. Los propietarios negaron la versión y no existen hechos que comprueben la acusación. Aun así, la empresa fue señalada por supuestos vínculos con una red de contrabando de municiones.
La irrupción de denuncias que circulan en las redes sociales y señalan a funcionarios y sus familiares como benefactores de dinero presuntamente defalcado a Venezuela, tocó la puerta de la empresa Sosa Services Corp, INC, ubicada en el 6045 NW 82nd Ave de la ciudad de Doral, en la ciudad de Miami en el estado de Florida.

Caraota Digita investigó el caso y los antecedentes de la empresa y sus propietarios. Miguel Angel Sosa Tavares y su esposa Ana Gabriela Marrero Vásquez una pareja de venezolanos radicados en territorio estadounidense se les señaló de ser unos de los proveedores de material antimotín a la Guardia Nacional Bolivariana, a través de supuestos envíos realizados desde EEUU a Venezuela por medio de su empresa. La pareja negó tales afirmaciones al igual que los vínculos de esta empresa con un caso de contrabando de más de 45.000 municiones hacia Venezuela, hecho ocurrido en el año 2012.

Caraota Digital tuvo acceso a un material audiovisual en el que el periodista Mario Vallejo de Univisión canal 23 de Miami en EEUU visitó el local comercial y entrevistó a sus propietarios. Allí fueron atendidos por Miguel Sosa y Ana Gabriela Marrero, pareja venezolana radicada en este país y quienes se identificaron como los dueños del negocio. “Tenemos 17 años en el mercado y gracias a mi Dios estamos abiertos y estamos trabajando sin meternos en nada que no sea legal; no nos metemos ni con bombas lacrimógenas ni con material de guerra”, comentó al medio estadounidense.

Sin embargo, detrás de esta empresa y sus propietarios existe una historia que data de 2012 tanto en los registros de prensa como en los del Ministerio Público del estado Zulia. El matrimonio de venezolanos fue señalado por funcionarios de inteligencia de este país por ser parte de una red contrabando de municiones. Sosa defendió su inocencia en este caso, en una declaración que ofreció el pasado 17 de mayo al medio estadounidense.

“Como bien cabe saber el producto salió de este país (EEUU) de una manera legal porque los ciudadanos venezolanos que llevaban las municiones los llevaban escondidos de repuestos y mercancía electrónica. Una vez que llega a Venezuela y hacen la investigación correspondiente se tomó la determinación de que yo no tenía nada que ver; de igual manera Homeland Security (agencia federal estadounidense de seguridad nacional) me visitó aquí y tampoco tuve nada que ver”.

El caso de 2012 y los protagonistas

La noche del 27 de noviembre de ese año, funcionarios del Destacamento 35 de la GN y del Seniat, órgano encargado en el país de la recaudación de impuestos, realizaron un procedimiento en el patio número 17 de Bolipuertos Maracaibo, en el estado Zulia. En el conteiner seriado con el código GLDU020795-6/US 22G1 se incautaron 18.667 municiones de ocho calibres distintos camufladas en cajas que contenían equipos electrodomésticos. Fue el último procedimiento de un trabajo de inteligencia que arrojó el decomiso de más de 45.000 municiones.

La información fue ofrecida en ese entonces por el General de Brigada (G/B) y Viceministro de Interior y Justicia Alejandro Keleris. Según sus palabras “la acción representó un duro golpe a las mafias dedicadas al comercio ilegal de balas y una muestra de soberanía e intolerancia ante el referido delito”. Así lo reseñó el portal oficialista Aporrea.

Pero el funcionario dijo más. “La empresa con sede en la ciudad de Miami y dueña del contenedor responde al nombre de Sosa Services Corp y es propiedad de un ciudadano venezolano con residencia en EEUU, Miguel Sosa Tavares, quien reside en Miami y las empresas Importaciones Usadas y Soservi C.A, propiedad de Ana Gabriela Marrero, esposa de Sosa, realizaron conexiones con la agencia aduanal Betelgeuse para ingresar esta mercancía de contrabando al país”.

Esta operación fue parte de una serie de procedimientos que las autoridades realizaron en esta región del occidente venezolano y que resultaron en la detención de los presuntos responsables del traslado y recepción del contrabando. “La semana pasada se logró la incautación de 26.650 cartuchos, esto da un total de más de 45.000 municiones que iban a ser utilizadas para causar la muerte de venezolanos; son municiones que están prohibidas, por una resolución en Venezuela”, señaló el funcionario castrense.

Durante la rueda de prensa el funcionario señaló a la pareja venezolana como los presuntos responsables del envío a Venezuela de este material bélico. “El ciudadano venezolano se llama Miguel Sosa, está radicado en la ciudad de Miami, los dos embarques fueron enviados por él, llegaremos hasta las últimas consecuencias”, insistió.

En una nota de Reporte Confidencial fechada el mismo día 27 de noviembre de 2012 afirma que la GN detuvo por este caso a Rafael Ramón Espinoza Colina, de 57 años, un ex sargento de esa misma fuerza militar. “Junto a Espinoza, otras tres personas fueron detenidas: Francisco Freddy Portillo de 24 años, propietario de la mercancía y empleado de Sosa, Johan Carlos Rincón, chofer de una camioneta donde permanecían 8 cavas refrigerantes con 16 mil cartuchos calibre 9 mm y 400 cartuchos calibre 38 mm, y Darwin Piñero, de 26 años, ayudante”.

Caraota Digital contactó a Miguel Sosa y Ana Marrero para tener su versión sobre estos hechos pero no se obtuvo respuesta.

Contrabando de municiones: un tiro al piso

Según describió el Viceministro Keleris en ese entonces, la operación ilegal contó con la participación de los ciudadanos aprehendidos – que fueron trasladados al Retén de El Marite – y los dueños de la red de empresas, cada una con una actividad definida para asegurar que el contrabando de municiones funcionara tan sencillo como un tiro al piso.

La mercancía era embarcada hacia Venezuela, desde Miami, a través de la empresa Sosa Services (la persona jurídica correcta es Sosa Service Corp, INC, según los registros federales) la cual tiene oficinas en Miami. “Las municiones iban camufladas entre electrodomésticos. La agencia aduanal Betelgeuse Marítima fue la indicada para el agenciamiento y nacionalización de la mercancía que llegó al Puerto de Maracaibo”, dijo.

El conteiner señalado anteriormente viajó en el buque Vega Scorpio, una embarcación con bandera de Liberia y que según sus movimientos satelitales se dedica al transporte de mercancía en rutas que van desde y hasta EEUU. “Al llegar a Maracaibo la empresa Soservi, C.A., propiedad de Ana Gabriela Marrero, esposa de Miguel Sosa, empresario implicado en este delito, se encargaría de trasladar la mercancía con destinos varios” explicó el Viceministro versión que recogió el diario zuliano Versión Final.

Caraota Digital consultó a Miguel Arellano, un trader internacional experto en envíos desde y hacia EEUU. “El propietario de la empresa de envíos en EEUU debe cumplir un estricto protocolo. Normalmente tiene asignado un contenedor o conteiner el cual va llenado con la mercancía previamente revisada. Una vez se completa esta operación, la empresa cierra con cintas y precintos de seguridad el embarque y queda a la espera del transporte que lo va a llevar hasta la naviera encargada del envío a su destino final. Hay una responsabilidad importante por parte de la empresa de verificar lo que se está enviando”, afirmó el comerciante.

Las empresas y sociedades

La pareja de venezolanos residenciados en EEUU tienen a su nombre al menos cuatro empresas registradas para operar en el estado de Florida, tres de ellas operativas, además de un par de sociedades en Panamá:

Sosa Services Usa, LLC: Inactiva desde 2011. SU manager es Ana G. Sosa y presenta como dirección del negocio la misma que hoy ocupa el local en el cual opera Sosa Services Corp en la ciudad de Doral, el 6045 Nw 82nd Ave.

Sosa Svces Corporation, INC: esta empresa está activa desde 2001. Entre 2005 y 2007 fue inhabilitada para operar y posteriormente se puso al día para volver a operar. Su presidente es Miguel Sosa y la Vicepresidenta es su esposa, Ana G. Sosa, esta última incluida tras una enmienda hecha en 2008. La cartera accionaria está repartida a partes iguales, 50% cada uno.

Marrero´s Logistics, INC: está activa para operar en el estado de Florida. La preside Ana G. Sosa y el Vicepresidente es Miguel Sosa. Al igual que en el caso anterior, fue incorporada como directiva de la empresa Ana G. Sosa en el año 2008.

Soservi CA, INC: creada en junio del año pasado, sólo figura Miguel Sosa como presidente de la empresa que lleva el mismo nombre de la compañía venezolana que estuvo involucrada en la operación de contrabando de municiones desarticulada por funcionarios de inteligencia.

Todas las empresas vinculadas a Sosa y a Marrero muestran la misma dirección mencionada anteriormente en la ciudad de Doral.

En Panamá existen otras dos sociedades controladas por la estos venezolanos. Según los registros públicos de este país se trata de Sosa Services Panama, Corp y Marreros Logistics, INC, ambas constituidas en septiembre de 2010.

En EEUU, al menos un par de propiedades se vinculan a estos venezolanos. Una de ellas les perteneció hasta el año 2011 y luego fue vendida. El precio actual de ese inmueble rondaría el medio millón de dólares. En la actualidad la familia paga impuestos por una modesta vivienda ubicada en la ciudad de Doral.
Y en Venezuela…

Importaciones Usadas, C.A y Soservi C.A son las empresas que figuran en Venezuela en las que Miguel Sosa o Ana Marrero forman parte de la cartera de accionistas.

En el caso de la primera, fue inscrita en el año 2007 para contratar con el Estado y no volvió a renovar dicho registro, lo cual no le impide que la misma pueda operar con proveedores privados. Según el acta constitutiva de Importaciones Usadas C.A, Sosa era el propietario del 30% de las acciones, paquete que compartía con Jaime José Nava Cumares, Paul Javier Núñez Alcántara, y Karen Sissy López Galindo.

La compañía Soservi, C.A constituida para operar en Venezuela no figura en el Registro Nacional de Contratistas. El corto rastro de esta empresa sólo lleva a unos cuantos registros de búsqueda de empleo y referencias a embarques de muebles de plástico según registros del portal Panjiva. (PULSE AQUÍ PARA VER MÁS)



Fuente: Con información de Fiorella Perfetto - http://www.caraotadigital.net

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