La funcionaria Sarah Moya ha sido acusada en reiteradas ocasiones de la mala administración de PDVSA GAS en Colombia y de inaceptables atropellos contra los empleados de la filial de PDVSA, así como de las pésimas relaciones con la etnia Wayuu. Moya es responsabilizada por los problemas en los acuerdos binacionales, así como de los conflictos entre empleados de PDVSA GAS y del Ministerio del Interior de Colombia. PDVSA GAS atraviesa su peor momento administrativo en Colombia, derivado de incumplimientos en los acuerdos con las comunidades Wayuu, maltratando a los voceros de éstas, según explicó el corresponsal Campos Elias Chacón a Siente América.
En los últimos años más de 300 empleados fueron despedidos de PDVSA GAS en Bogotá, sometidos a presuntos maltratos y vejámenes, lo que generó severas protestas, que fueron ampliamente reseñadas por los medios de comunicación colombianos. Leydy Viviana Sanabria y Sarah Perroud, por ejemplo, consignaron una denuncia escrita ante el embajador de Venezuela Iván Rincón, contra Sarah Moya, por acusarlos de espías y ladrones. Denunciaron que con ello se justificaban presuntos atropellos y acoso laboral. Aseguraron que Pdvsa Gas habría contratado a la empresa colombiana VIGIL LTDA para seguir y vigilar a ex empleados y levantarles expedientes. Tal es el caso del ingeniero venezolano Helio Rodríguez. VIGIL LTDA le elaboró un informe, que está en manos del embajador venezolano. El mismo está firmado por Patricia Fragoso.
Fuente: Con información de Agencias
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