Aseguran que habría incongruencias en causas que originaron deceso de venezolano en Aruba

La muerte de José Gregorio Javier Bullones está plagada de incongruencias. Es la opinión de Jesús Osorio, un ciudadano informado, quien relata que el joven estudiante venezolano supuestamente fue detenido en Aruba y trasladado al centro de extranjeros ilegales de Dakota, instalaciones abandonadas, donde antes funcionaba un hospital psiquiátrico.
Según Osorio, la seguridad de los detenidos está a cargo de la Guardia Da Costa, especie de policía encargada de combatir el ingreso de extranjeros ilegales. “El procedimiento es irregular desde el principio, ya que Javier Bullones ingresó por la línea aérea Láser. El procedimiento consistía en devolverlo en la misma aeronave, si no disponía de los supuestos 500 dólares en efectivo para ingresar a la isla, ya que tenía pasajes de ida y vuelta. ¿Por qué no le notificaron en la línea aérea que debía llevar dinero en efectivo para poder ingresar? Supuestamente esa misma noche fue detenido y trasladado a Dakota, para ser deportado al día siguiente, pero ese no es el procedimiento. Primero, deben confirmar el boleto aéreo y la disponibilidad para viajar, es decir, reservar, ya que cualquier deportado es conducido hasta el avión. Segundo, tardan varias horas en instruirle un expediente administrativo, ya que los deportados no pueden volver a ingresar a la isla por varios meses y Tercero y no menos importante, todos los ilegales extranjeros, son conducidos a su consulado, el cual es notificado, para que las autoridades lo reciban en su aeropuerto de arribo y se procede a verificar su identidad, número de pasaje, cédula, huellas dactilares, datos filiatorios, etc., para comprobar que no se trate de una identidad falsa o esté solicitado por algún delito. No sería cierto que iba a ser deportado a la mañana siguiente. Testigos contradicen la versión oficial y aseguran haber visto a José Gregorio Javier Bullones caminando por una playa, donde fue interceptado por una patrulla policial y posteriormente conducido a Dakota. Se presume que al percatarse que portaba dos tarjetas de crédito (dorada y platino) intentaron sustraerle dinero, a lo que el joven no habría accedido. Otros reclusos que llevan meses en Dakota, presos sin solución, han revelado que sospechan que Javier Bullones fue obligado o inducido a consumir alguna sustancia o incluso droga que lo ocasionó la muerte, aunque el caso se presentó luego como un suicidio por asfixia mecánica con un rollo de papel higiénico. A las 10 p.m. los reclusos son encerrados en sus celdas individuales y no vuelven a salir hasta las 10 am. El desayuno se los pasan a través de la reja. Siempre es el mismo: pan con queso o mortadela y un jugo de cajita. La cena es igual. Una vez encerrados en la noche los guardias se acuestan a dormir en unos colchones en la primera celda, que está vacía y sólo uno se queda despierto. Nadie da ronda o revisa los pasillos o celdas, ya que asumen que todos deben están dormidos. Quienes allí permanecen o han pasado saben que si se murió por asfixia mecánica, sólo pasadas las 10 de la mañana del día siguiente podía percatarse. La fiscalía de Aruba certificó las causas del deceso, pero si los familiares exigen una exhumación podrían quizás determinar otras causas de la muerte”, asegura.